QUEDÓ demostrado que la extracción de agua para riego que practican los cañeros de manera indiscriminada era lo que provocaba, de manera parcial, el aspecto moribundo del río Valles. A ver, pero hay que ser justos: los cañeros no son unos villanos por regar las plantas que les hacen ganar dinero que después se convierte en la mitad de la economía local, no…
PERO como dice el dicho “todo con medida” y si la Comisión Nacional del Agua de veras vigilara el riego y estableciera un tandeo, entonces se podría tener un poco de más corriente, pero el problema no son ni los cañeros ni los ganaderos ni nadie en particular…
EL problema de la poca agua que lleva el río se debe a dos factores: el cambio climático global, que ha generado menos tormentas en el Atlántico, que es el que manda las nubes para recargar los ríos y cuerpos hídricos y la deforestación local, que reseca el ambiente y ahuyenta toda posibilidad de lluvia…
EL otro problema irresuelto es el del almacenamiento del recurso más preciado del mundo. El río tiene millones de años corriendo hacia el Golfo de México, sin parar, y sin que nadie aproveche sus corrientes para almacenar en presas, aljibes, tanques, lo que sea…
ESTO, obviamente con la finalidad de tener agua dulce en caso de años como el actual 2021, que parece tener sorpresas negras, como el que acaba de pasar. Si las autoridades siguen en su abulia acostumbrada respecto al río, el cauce del Valles un día será una vía alterna para recorrer el municipio, como el río Españita, en San Luis Capital…Dios no lo quiera.
