Alfredo a través de su celular realizó el acto cívico para miles de niños
Pie El menor, acompañado de su madre, cumplió con el acto cívico muy singular.
Miguel Barragán
Huasteca Hoy
CIUDAD VALLES. Alfredo no podía saber cómo es un Juramento a la Bandera, porque es un acto cívico obligatorio para los niños de tercer grado y en este 2021, a él, un niño como todos los demás, juguetón y algo tímido, le tocó jurar a la Bandera nacional como nadie lo había hecho antes y como todos desean que no se vuelva a repetir.
Desde las 8:30, el maestro Óscar Montalvo, de la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, de la colonia Bellavista hizo que se conectaran los niños de tercero A, en donde está Jesús Alfredo García Chávez, quien fue el encargado de los de ese grado de hacer el acto que dos mil 900 niños de la Huasteca Norte habrían estado obligados a realizar en el estadio del Centro Cultural, si el Covid-19 no existiera y si no hubiera asolado a todo el mundo.
Su madre, Nelly Chávez lo acompañó durante la conexión de la aplicación Meet que usa ese plantel educativo y como todos los días, cuando se conectan para las clases o la asignación de tareas, hoy ataviado con su uniforme deportivo, pulcramente peinado, juró al Lábaro Patrio en una habitación de su casa, donde su madre puso un letrero que decía precisamente el nombre de la ceremonia y colgada de una cortina, una bandera de un metro de largo.
El celular, que es el puente de comunicación que sustituye la presencia, estaba sobre una mesa, recargado en una caja, en vertical.
El niño adoptó la seriedad que se necesita para el caso y repitió las líneas del juramento que decía el profesor.
Este niño de ocho años participó en el juramento a la bandera más raro de la historia y ahora nunca conocerá las ceremonias de multitudes, porque el tiempo y su edad cambiarán inexorablemente.
