Redacción
Huasteca Hoy
CIUDAD VALLES. Antonio Pérez Hernández, vecino del ejido Ojo de Agua de 46 años de edad y que tiende su negocio de venta de cilantro, nopales y mandarinas para sobrevivir en la banqueta de la calle Porfirio Díaz, entre Guadalupe Victoria y Abasolo se quejó de que los inspectores de Comercio lo asedian y no lo dejan vender, a pesar de que es el único medio de sustento que tiene para su familia.
Isidro Salvador Martell es el boletero que cobra la cuota diaria a los ambulantes para que puedan ocupar espacios públicos, pero a pesar de que deja comerciar con verduras a personas que tienen de dos a tres puestos callejeros, a Pérez Hernández le exige que se quite “no sé si los demás paguen más dinero, pero yo soy un vendedor humilde”.
El acosado vendedor advirtió que pedirá la protección de la Asamblea de Comercio, que es una agrupación a la que pertenece, porque le restringen su actividad y eso impide que lleve dinero a su casa.
