PARA variar, el diputado menos activo de la historia del Distrito 12, que es el de Valles, Edson de Jesús Quintanar no tuvo empacho en anunciar que copiará la propuesta del Congreso de Oaxaca que trae el despropósito de cortar de tajo la “diabólica” y diabética relación entre los niños y la comida chatarra…
EN Oaxaca, el Congreso logró que se aprobara una iniciativa que prohibirá vender refrescos y papitas a niños (como si los papás no pudieran comprarlas, por ejemplo), lográndose un despropósito, fomentado por la estulticia propia de funcionarios y legisladores que intentan socavar a una empresa que en efecto vende chatarra porque creen que son padres del pueblo o patriarcas bíblicos o algo así, ah, pero cómo está dentro de los idearlos de MORENA, Edson de Jesús no la pensó, solamente la quiere copiar porque sabe que tuvo éxito en el estado sureño…
LÓPEZ Gatell dijo que la ingesta desmedida de refresco en México y de botanas causaron más obesidad que a su vez se ha convertido en el blanco preferido del virus de la pandemia, nada más que habría que preguntarse si alguna vez un operador de camiones repartidores del refresco de cola obligó a punta de pistola a un hombre a darle de beber el líquido dañino a su hijo…
LA obesidad y las enfermedades derivadas de ella se debe a costumbres personales en la mesa y ese mismo problema se tiene en Estados Unidos, porque la mercadotecnia ha seducido a mucha gente que prefiere la comida rápida a la comida sana, pero a ver, ¿el refresco es maligno, las papitas fritas fueron cocinadas por el diablo? No, son comida basura y se acabó. De un padre de familia depende alimentar con eso y con pocos nutrientes naturales a sus hijos y próximos gordos…
LAS compañías seguirán existiendo porque los papás comprarán a sus hijos el refresco, porque todos comen acompañados de esa bebida, además de que no se puede anatemizar a compañías que, les guste o no, dan de comer a miles de familias de este país.
