Martín Rodríguez
[Huasteca Hoy]
Este jueves terminó la aplicación intencionada de 318 pruebas rápidas en las instalaciones de la Auditoría Superior del Estado (ASE), para detectar COVID-19.
Las pruebas arrojaron resultado sospechoso en 25 trabajadores, entre ellos la titular del organismo fiscalizador, Rocío Elizabeth Cervantes Salgado, quien cumplió los protocolos de rigor en relación con el aislamiento y la aplicación de una segunda prueba con mayor índice de fiabilidad; es decir la molecular, resultando negativa a la portación del virus.
Aún están pendientes 24 resultados de la prueba molecular que corresponden a los colaboradores sospechosos de portar el virus en la primera, sin embargo, inmediatamente regresaron a sus domicilios y se encuentran en situación de confinamiento. Si alguno de ellos resultara positivo, tendría que someterse a los procedimientos sanitarios que indica la autoridad competente.
Por su parte, la ASE continúa los protocolos sanitarios de rigor en sus instalaciones, con especial atención en el ingreso de empleados que realizan actividades prioritarias presenciales, así como de visitantes cuya representación es absolutamente necesaria.
En este sentido, al personal se le habilitó una tarjeta de control de acceso unipersonal vía lector óptico con la finalidad de evitar contacto, así como la toma de temperatura corporal desde la fecha de reanudación de labores.
Además de las medidas anteriores, en todos los inmuebles que ocupa la ASE se observan las reglas de salubridad obligadas para los espacios públicos, al mismo tiempo que el organismo fiscalizador trabaja en esquemas que le permitan continuar sus funciones, privilegiando las actividades a distancia y el uso de tecnologías de la información.
