DE nueva cuenta, en una celda o en un recinto donde el encargado era Héctor Mar del Ángel, hay una persona fallecida, un hombre que sólo cometió el pecado de beber alcohol y de ser atrapado por policías municipales que andan ávidos por agarrar a quien sea, como por consigna, como por deporte…
ESTA vez no murió un hombre de 45 años de edad llamado Juan José Saavedra Meléndez por los golpes propiciados por la Policía Municipal, sino por una negligencia que su familia alega, ya que en lugar de proveer un médico o una atención diferente a un hombre que se sentía mal, lo dejaron a su suerte, donde broncoaspiró y murió, quién sabe después de cuántos minutos de agonía…
PERO eso no es lo peor. Lo peor es que se manchara el caso de su muerte con el tema de moda, el Covid, para resguardar a los policías que lo detuvieron y para que el secretario del Ayuntamiento, René Oyarvide pretextara que no se puede iniciar la investigación sobre la presunta negligencia, ya que Mar del Ángel y sus policías estaban aislados por la presunción de la enfermedad pandémico, mientras que la Secretaría de Salud aseguró que Saavedra Meléndez, “Nene” o “Cucho”, ni fue nunca sospechoso ni mucho menos caso confirmado de Covid-19…
PERO además, el hombre que hoy descansa en paz en el panteón de Los Abuelos, habría ingresado a las siete de la noche de ayer a la celda y su muerte fue aproximadamente a las 11 de la noche. ¿Por qué entregaron el cuerpo hasta la madrugada a la sede de la Fiscalía, si él portaba sus documentos e identificaciones? ¿Por qué tratarlo como desconocido, cuando pudieron avisar a su familia, que se enteró del deceso casi 12 horas después?..
EL Centro Estatal de Atención a Víctimas del Delito, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la misma familia de Juan José Saavedra Meléndez estarán exigiendo respuestas por la negligencia, porque a las autoridades municipales, acostumbradas al abuso y al atropello se les olvidó hace mucho lo que vale una vida humana.
