Ruben Pacheco
[Huasteca Hoy]
Mientras que en algunos templos católicos del Centro Histórico se toman las medidas de seguridad sanitaria por la Covid-19, en otros hay aglomeración de hasta 70 u 80 personas al interior de los mismos.
En la iglesia del Espíritu Santo, en la puerta de entrada hay una persona que dota de gel antibacterial a los feligreses, verifica que tengan cubrebocas o careta. En el interior los creyentes están dispersos y respetan la sana distancia y solo hay un máximo de entre 20 y 25 personas.
A diferencia de ello, en el templo de San Juan de Dios, alrededor de 70 personas acudieron a las distintas misas que se oficiaron este domingo, entre ellas adultas mayores, que son el grupo con mayor porcentaje de letalidad en caso de enfermarse, según cifras oficiales.
En este inmueble religioso, al ingresar hay una botella con el gel sanitizante para que los fieles se pongan en las manos, sin embargo, no existe alguien que esté verificando o realizando el filtro sanitario establecido por las autoridades.
Al respecto, Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, lamentó que los curas sean quienes no atienden las recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias, pues ellos son los primeros que deben velar por la seguridad de la ciudadanía.
El prelado potosino reveló que, con la nueva normalidad, muchos presbíteros han recibido reclamos de los creyentes, quienes se molestan cuando se les solicita ponerse cubreboca y utilizar gel antibacterial, así como por mantener cerrados los templos.
Exhortó a la población a estar informada y darse cuenta del incremento de contagios y muertes por dicha enfermedad, pues más adelante estarán “dándose golpes de pecho” cuando hayan víctimas de su propia familia, lamentándose por no haber atendido las recomendaciones.
