Jueves 09 de Mayo de 2024

Celebrarán el Día del Niño en la pandemia

María Medrano

[Huasteca Hoy]

Este día de las infancias, no habrá paseos en el parque, celebraciones en la escuela, helado derramado en las aceras, olor invasivo a salsa de pizza en los restaurantes ni juegos pringosos en áreas verdes.

Este día, cómo desde hace 44, la consigna será #QuédateEnCasa, pero el sentimiento de felicidad podría sustituirse por el miedo, tristeza y frustración, después de casi mes y medio en aislamiento voluntario.

Joshua estudia quinto de primaria, está feliz porque esta cuarentena le ha permitido estar más tiempo en casa, pero a la vez se siente temeroso de que su familia o él mismo pueda contagiarse de Covid-19.

Extraña a sus compañeros y jugar futbol y aunque la estadía en casa tiene sus ventajas, el aburrimiento se hace presente a determinadas horas del día.

A Danna estos días le han permitido realizar actividades que “casi no hacía”, jugar a la lotería, ver películas, “pero extraño salir a visitar a mis abuelos”, también extraña a sus tíos y aunque les habla por teléfono no es lo mismo. Danna, desea que todo esto acabe.

Andrea extraña tomar la clase sin “tanto ruido”, pero disfruta tener tiempo libre en casa para hacer cosas que antes no podía.

A Estefanía su mamá le recuerda que debe extrañar la escuela, pero ella sólo tiene en mente a sus abuelitos y a sus amigos, salir a lugares, hablar con más gente.

Es cierto que ahora disfruta de su mascota y sus juguetes, pero hay momentos del día en que la invade el aburrimiento.

Para María del Socorro Quirino, formadora de docentes para la educación inclusiva, un método para lograr que los niños y las niñas, disfruten su infancia es no buscar convertirles en un adulto lo más pronto posible.

“Que la infancia dure lo que tenga que durar”, refiere que hay que “valorar su incompletud, la de nosotros”.

Apunta que hay que permitir sus “pasos descompasados” “por voltear a ver, por observar, por brincar, por sonreír a alguien o hacerle un gesto (…) Abrir nuestra mirada a las infancias, sin valorar sus vivencias y experiencias solo con nuestra mirada adulta”

“Hacernos responsables de preservar su dignidad como personas en el seno del hogar y en cualquier espacio y relación humana” y sobre todo “evitar su sufrimiento”.