Jueves 09 de Mayo de 2024

Bitácora

SOLAMENTE la suerte, el Hado, el destino, Dios o la Virgencita de Guadalupe, podrían proteger a San Luis Potosí de un brote importante de coronavirus (Covid-19), de acuerdo con las cifras dadas a conocer por la autoridad de Salud federal, en la persona del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, en la que da a conocer que más de la mitad de los potosinos no respetan el quedarse en casa y andan como si nada en calles o en lugares donde se registran aglomeraciones.

A las autoridades locales de Salud, como a la secretaria Mónica Liliana Rangel y el jefe de la Jurisdicción Sanitaria V, Francisco Adrián Castillo Morales no les quedó de otra que ratificar los datos con algo de pena y con mucha preocupación, porque no obstante que San Luis Potosí tiene índices relativamente bajos de contagios y de defunciones por este mal, muchos ciudadanos que sí pueden estar en casa se han salido a las calles, a llenarlas y a tener contacto directo con todo tipo de desconocidos.

EL problema es que la insistencia debe seguir, antes de que se registre realmente un descontrol de la enfermedad y de repente surjan 10 o 20 casos de una sola familia o grupo de amigos y que contactos de éstos hagan exponencial los contagios.

UN apunte rápido sobre este asunto de la movilidad (48 por ciento respeta quedarse en casa y  un 52 por ciento no) es que los cuatro nuevos casos de Coronavirus en San Luis Potosí corresponden a contagios en la comunidad, o sea que no es gente que llegó de viaje ni personas que tienen contacto directo con enfermos, sino que se trata de personas que se infectaron cerca de su casa, en un trayecto al trabajo, en una fiesta o reunión y, si aparece un caso positivo, se tiene que entender de inmediato que solamente otra persona (no un zancudo, ni el aire) pudo haber infectado al recién declarado positivo.

NO se han aprendido las lecciones de los que han muerto y que se expusieron a riesgos, contrayendo el mal y falleciendo en consecuencia. No es un juego, quedarse en casa es ayudar a la salud de la familia  y a la de toda una sociedad que está al borde del abismo debido a que unas cuantas personas siguen reuniéndose como si nada estuviera pasando o como si, en efecto, como dicen los conspiradores de todo, fuera un invento de quién sabe qué gobierno para controlar quién sabe qué cosa.

POR mientras, San Luis Potosí perdió el trono como un estado con pocas incidencias, para saltar al escenario nacional como un sitio donde los ciudadanos pueden llegar a colapsar un sistema de salud, debido a una terquedad que proviene de la poca costumbre de convivir con la familia y entender que esta contingencia es más real que los mismos muertos que hay en todo el país.