DENTRO de las especulaciones enojosas de la gente que no quiere acabar de creer en el coronavirus como una amenaza real se suma el caso de una señora muerta el viernes pasado y que apenas este viernes 24 de abril fue confirmada como enferma de esa condición, ya que se le había confundido el mal respiratorio, entre todas las complicaciones que sufría debido a la diabetes, a la hipertensión y a problemas renales, solamente que este tipo de hechos y su posterior narración hacen que muchos descrean o, mejor dicho, crean que lo que escuchan de las autoridades de salud no sean más que charadas o cosas para distraer al público…
COMO el hecho único en el mundo que es y único en la historia reciente, la pandemia no termina de convencer a muchos, por el número de muertos que ha dejado tras de sí, que, hasta el momento es de 175 mil personas, alrededor de todo el planeta y esta última información de la mujer de 65 años de edad que murió en uno de los hospitales del IMSS hace una semana y apenas se confirma como deceso de Covid-19 despierta ese animalito desconfiado y reptante que todos tenemos sobre la pertinencia de la información y sobre si será o no cierto que el problema es tan grave, tomando en cuenta que los enfermos no llegan a 100 y que los muertos ni a 10…
ES lo malo de que este hecho sea inédito: no sabemos cómo va a reaccionar el virus actualmente ni a cuanta gente se transmitirá, dado que no se están respetando las medidas y los escenarios son dos: o se mantienen un aumento sostenido, de poco en poco o explota un brote importante que infecte a gente vulnerable, que morirá y que desquicie a los servicios de salud como nunca se había visto en el estado de San Luis Potosí…
ES una realidad nueva que muchos nos resistimos a creer porque los mexicanos estamos diseñados para descreer de lo que dicen las autoridades, bajo el argumento de que nos quieren tener controlados y, en este caso, vulnerables por economía, tras el paro de actividades obligatorio que se está imponiendo en todo el país…
LOS casos a nivel nacional se han disparado y eso es prueba de que la fase tres va en el camino previsto por la Secretaría de Salud, pero ¿qué tanto resistirá un país que no puede quedarse en casa, en una de sus mitades? ¿qué tanto daño le hará al tejido social que no nos podamos meter a nuestros hogares el 50 por ciento de todos los que vivimos en una nación que, así como tiene niveles de vida espectaculares en riqueza y bonanza, tiene pobreza que apenas se puede concebir, cuando se ve?…
ESTOS planteamientos son nuevos, porque nuevo es todo el escenario que se abre a los ojos. Unos creemos, otros no, pero de acuerdo con la Secretaría de Salud, eventualmente, todos nos contagiaremos.
