Domingo 12 de Mayo de 2024

Bitácora

LA Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) anduvo en el centro de Ciudad Valles advirtiendo en última instancia a los negocios no esenciales durante la contingencia de Coronavirus para que cerraran las puertas, impelidos por la aparición del primer caso confirmado de Covid-19 en la ciudad y al parecer la respuesta es positiva, pero volvemos al mismo tema: muchos de los negocios son de inversión local directa y de poco financiamiento como para amortizar el cierre y el pago de trabajadores en descanso o en aislamiento, ya que Ciudad Valles, por más que le pongan la grandilocuencia de “Puerta Grande de la Huasteca Potosina” en realidad es una puerta pobre que abre su umbral a una región igual o más pobre todavía.

LA recuperación para los negocios que eventualmente tendrán que cerrar será lenta, muy lenta, en caso de salir pronto de estas medidas de contingencia o nula y pequeños empresarios se quedarán sin el negocio que les estaba dando para obtener ganancias, al mismo tiempo de que mucha gente con sueldos bajos se quedará sin empleo. He aquí la debacle económica local que ninguna zafra podrá salvar, así como tampoco ninguna actividad turística, obviamente interrumpida por la misma razón.

LA resistencia será dura y, con el problema económico nacional y mundial, habrá escasez y dividendos de llanto en las próximas semanas y meses, al margen de las condiciones que irá lastrando el Covid-19, como son, enfermos por todos lados y sistemas de salud al borde del colapso y aunque la capacidad de supervivencia económica ha sido probada en varias ocasiones en esta región de diversificación de actividades, el escenario es inédito, porque nunca antes se había tenido una situación siquiera parecida a la de una epidemia que, aunque todavía no agravada por el número de enfermos, está siendo terrible para la economía, tan sólo con las medidas preventivas impuestas por la Secretaría de Salud.

UNA de las más miserables muestras de la falta de humanidad se puede apreciar cuando los ciudadanos menos preocupados por seguir las recomendaciones preventivas comienzan a exigir los nombres de los enfermos de Covid-19, so pretexto de protegerse y de prevenirse, porque se sabe de antemano que los crueles que exigen que se dé a conocer la información, son los mismos que atacan a personal de salud que porque cargan la infección. Es grave cuando los mismos ciudadanos comienzan a ponerse en contra de otros menos favorecidos y enfermos, en aras de protegerse, porque se trata de unirse en contra de un problema de salud, no de estigmatizar.

LO que es cierto es que el problema de salud apenas está en el arranque de los problemas graves y se ha podido apreciar que muchos tenemos miedo, pero también muchos no estamos acatando las medidas de la jornada nacional de sana distancia, que es el único escudo social que hay respecto de esta crisis de salud.