Martes 14 de Mayo de 2024

Bitácora

HACE un mes, la pandemia de Coronavirus (Covid-19) llegaba a San Luis Potosí metida en las células de una mujer que había andado de gira por ciudades de España y del Reino Unido que ya se debatían entre brotes de infección y falta de camas en sus nosocomios. Fue el 13 de marzo cuando el Comité Estatal para la Seguridad en la Salud dio a conocer la noticia y con eso fue suficiente para que el pánico se apoderara de muchos capitalinos y de las otras tres regiones de la entidad, que aunque sabían de la inminente llegada del virus, se desquiciaron con la aparición.

PERO a San Luis francamente no le ha ido tan mal con este virus, respecto de otras regiones del orbe, como el estado de Nueva York, que aglutina a 160 mil infectados y que tiene colapsados los sistemas de salud nada menos que en la Alejandría moderna, en la capital del mundo, postrando al país más poderoso sobre la tierra a una condición de enfermo imprudente, por el desdén de Donald Trump con la enfermedad altamente contagiosa y de alta letalidad con la gente vulnerable. Pero, veamos, San Luis Potosí tiene, en 30 días, 53 casos de Covid-19, es decir, menos de un promedio de dos infecciones diarias. Fallecimientos tiene cuatro y eso siempre va a ser lamentable, pero los cuatro casos fueron de personas con alta vulnerabilidad, como obesos, fumadores, hipertensos y gente que cursaba algunos males crónicos sin cuidados.

LO más fascinante del caso es que una zona en donde los descuidos y la falta de atención a las restricciones de la Secretaría de Salud han sido más que evidentes con tianguis dispuestos, fiestas por todos los puntos cardinales del norte de la Huasteca y turistas contumaces que se acercan a parajes a intentar vacacionar, todavía no se tenga ni un solo caso confirmado de Coronavirus, salvo el de un hombre que tiene su domicilio en Aquismón (Jurisdicción VII), y quien está siendo atendido en el IMSS de Ciudad Valles, porque es el único lugar de la Huasteca con capacidad para hacerlo y aislarlo en un área restringida.

PERO no se puede cantar victoria, porque a nivel nacional y en el nivel estatal la tendencia no ha dejado de crecer y esto da una idea de lo que podría significar un incremento exponencial en la calle, dado que está a punto de iniciar la fase tres, que es cuando los contagios se dan por decenas o hasta centenas, dadas las malas conductas poblacionales que obvian la sana distancia y el salir de casa, sin tener a qué hacerlo.

ESTE mes, único en la historia de la entidad y este año, también histórico por ser la primera pandemia del Siglo XXI ha enseñado varias cosas, entre las más importantes está el hecho de que se ha tenido un nuevo concepto de higiene y que la vulnerabilidad del ser humano no se tiene que enfrentar a la inteligencia artificial ni a las guerras nucleares, sino que un simple bicho puede hacer que el mundo se postre y que nuevos órdenes se comiencen a instaurar.