Rubén Pacheco
[Huasteca Hoy]
Además de cierres sustanciales de templos por la contingencia del COVID-19, durante la Semana Santa no realizará el lavatorio de pies, la visita de los Siete Altares, ni el fuego del Sábado Santo, y las misas del Triduo Pascual, es decir, jueves, viernes y sábado, serán a puerta cerrada, anunció Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Después de oficiar la misa dominical de mediodía en la Catedral Metropolitana, precisó que la misa crismal se transmitirá por televisión y será a puerta cerrada, pero sí estará presente el presbiterio potosino.
Cabrero Romero puntualizó que se suspendieron las referidas actividades religiosas, en aras de evitar el contacto en la comunidad católica, y, por ende, posibles contagios de la referida enfermedad.
A diferencia de otras entrevistas, esta vez la prensa estuvo a un metro de distancia del prelado, quien refirió que la Santa Sede ya le envió el protocolo de cómo abreviar las celebraciones eucarísticas, incluidas las de la Semana Mayor.
“Hemos suprimido todas las fiestas y manifestaciones públicas de viacrucis, que también son tradicionales. Las fiestas, por ejemplo, la de dos templos dedicados a Jesús Resucitado; la de Balcones (del Valle) y la que está en avenida Industrias. Entonces se suprime todo”, asentó.
Precisó que para el triduo sacro que se desarrollará en la Catedral Metropolitana, el clero instalará un filtro sanitario para verificar la temperatura a los curas, así como dotarlos de gel antibacterial y cubrebocas.
“Vamos ir avanzando conforme con las exigencias que nos está pidiendo la Secretaría de Salud (…) Yo veo que la gente está tomando conciencia (…) Se va a transmitir por televisión (la misa crismal) y va a ser a puerta cerrada”, indicó.
