Martín Rodríguez
[Huasteca Hoy]
En un hecho inédito, la juez primero de Distrito, Fabiola Delgado Trejo, emitió una peculiar sentencia de amparo en lenguaje para niños, en contra del titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas –CEEAV- Jorge Vega Arroyo y los integrantes del organismo, para obligar a proporcionar atención integral –psicológica, de asistencia y de apoyo económico- a niños huérfanos de Rioverde, cuya madre fue asesinada en condiciones de feminicidio, por su padre y éste se suicidó.
A partir de la sentencia obtenida por abogados de la Fundación Renace, de José Mario de la Garza Marroquín, dictada el 24 de febrero pasado, Jorge Vega Arroyo se ve obligado a proporcionarles atención psicológica, proporcionar los recursos necesarios, dar seguimiento al caso y considerar que se trata de niños que se encuentran en situación de marginación, sin protocolos de burocracia y el papeleo que derivaron en la denuncia.
La sentencia se expresa en términos tan sencillos como los entiendan los niños, y fue dictada en razón de que el titular del organismo estatal concedió entrevistas a medios de comunicación asegurando que atendía a los niños, cuando de acuerdo a los abogados defensores que actuaron bajo el auspicio de la fundación Renace, el caso se encontraba semiabandonado.
A partir de la fecha fija un término de 48 horas para dar cumplimiento a la emisión de un acuerdo para precisar si faltan unos documentos, para que los menores vean integrado su expediente y un plazo de 3 días para presentarlos en caso de que falten.
Otro de los puntos del amparo se refiere a la orden para proporcionar atención integral a las víctimas y los recursos necesarios de su atención.
La defensa de los menores solicitó que la resolución del amparo fuera redactada en un lenguaje que los menores pudieran entender y que fuera comprensible, y entonces la sentencia en su primera parte se denomina “Formato de lectura fácil”.
En ella se encuentra agregada una explicación muy sencilla para niños, de manera que entiendan lo que dicen los jueces. Los niños se convirtieron en víctimas colaterales de feminicidio.
