LO que se logró con estas dos jornadas alrededor del día de la mujer fue una mayor concientización sobre la violencia que se ha disparado contra ellas y que quizá sea la respuesta brutal contra las nuevas libertades que gozan y que el machismo no puede tolerar, y sobre los feminicidios, que terminan siendo por esa misma causa absurda, pero que toca la cultura ancestral del país, más aún desde la llegada de los españoles al continente.
EN alguna ocasión, el antropólogo e historiador, Guillermo Ahuja Ormaechea manifestó que el machismo que todos conocemos en esta actualidad o en la historia reciente de nuestros clanes familiares provenía de la concepción de un único dios de origen masculino, como es el Dios del cristianismo, porque los mesoamericanos, cualesquiera de los que se quiera hablar, no tenían ningún empacho en reconocer el poder de la feminidad, a través de sus conceptos deíficos femeninos y sólo basta ver el panteón mesoamericanos para darse cuenta que la diosa de la luna, de la vida y de la muerte, eran representadas por mujeres, precisamente.
PERO no se trata de usar a la historia como incitadora de venganzas mediáticas actuales, sino entender que el machismo, así como fue adquirido por la preponderancia deífica (la religión mandaba sobre la ciencia), así también es adquirido en la casa, cuando se ven acciones o se escuchan comentarios dentro del hogar. Para el respeto mutuo se requiere de la colaboración de todos, bajo el entendido de que la equidad es el camino, no la lucha de géneros o de sexos. Al menos esta vez, el mensaje, como haya sido o como haya sido tomado por muchos, llegó a todos.
MALAS noticias circulan por Ciudad Valles, porque según esto, no solamente está operando el diputado Cándido Ochoa Rojas para poder convertirse en el candidato del Partido Verde a la presidencia municipal de Ciudad Valles, sino que no ha quedado nada mal con los dueños (se podría decir así, puesto que se está hablando del deleznable verde) de ese partido, los Gallardo, de Soledad de Graciano Sánchez.
EL caso es que no se sabe quién llama a quién o quién le hizo ojitos primero a quién, pero el Verde, que absorbió a todo el perredismo existente y que ha convertido a ese partido, vía la lealtad que muchos le tienen a los Gallardo, es el partido de siempre de Ochoa Rojas y eso hace que el diputado se acomode solito a un lugar donde hay operación política y una inmensidad de operadores que no fueron repartidos en el estado, sino que fueron convertidos a ese partido, por conveniencias que suenan a papel moneda.
AHORA bien: no se sabe que haya coincidencias entre los Gallardo y Cándido Ochoa, pero en la política todo se puede y todo se vale, así que no extrañe a nadie que pronto haya nuevos aliados, porque de que Ochoa Rojas trae entre ceja y ceja al municipio, eso que ni qué.
