Miercoles 15 de Mayo de 2024

Don Chevo quiere seguir vendiendo elotes, pero su vejez se lo impide

Miguel Barragán

[Huasteca Hoy]

 

Ciudad Valles.- Don Chevo tiene ganas de trabajar, pero la edad le ha hecho perder las fuerzas y ahora se deprime y siente que nada vale.

En su casa de la colonia Guadalupe, su esposa explica que lo que ellos quieren es seguir saliendo a vender, aunque es difícil siendo ancianos. Esta pequeña historia, es una más del drama de los adultos mayores que quedan en la indefensión alimenticia, por no tener prestaciones.

Eusebio Martínez Maldonado tiene 83 años y hasta hace un par de años, salía en su triciclo a vender elotes y raspas, pero su columna vertebral ya dio de sí, porque los doctores le dijeron que sus molestias y el cansancio imbatible que no repara ni con siestas ni con noches de sueño profundo se debe a que tiene demasiados desgastados los huesos de su columna vertebral.

El problema es que ese triciclo es el sustento que lo ha mantenido durante los casi 50 años que tiene junto a su esposa, María Luisa Jiménez Covarrubias. Ahora se deprime de sol a sol, sintiéndose inútil, porque su mujer sale a sustituirlo, ya que él batalla para desplazarse y menos puede pedalear el pesado vehículo de sus productos de venta.

Algunos vecinos están intentando auxiliarlos, por eso ofrecen el teléfono celular de María Luisa Jiménez, por si alguna persona les puede apoyar con una manera de poder salir a vender.

De acuerdo con el Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores (INAPAM), hay alrededor de 19 mil ancianos en Valles y más de la mitad se encuentran en pobreza e indefensión, ya que sus fuerzas para laborar menguan y no cuentan con pensiones que alcancen.

Aunque ambos viejitos reciben la pensión de Adulto Mayor de la Secretaría del Bienestar, no les alcanza con el dinero bimestral y don Chevo mira con nostalgia el carrito que llevó a muchas partes de la zona norte de la ciudad para vender los productos que ahora ve salir, con su esposa, ante la insidiosa debilidad de su espalda que lo impide a ser el comerciante que toda la vida fue y que le dio de comer a él y a su esposa.

El teléfono que proporcionaron por si alguien desea ayudarles en su difícil situación es el 48 11 02 46 22.