POR alguna razón misteriosa, la Unidad Académica Multidisciplinaria (UAM) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se prestó para seguirle la corriente a una agrupación de gente de Ciudad Valles que ha insistido (impelidos por la secretaria de planeación de la Uni, Irma Suárez) en que Valles tiene un centro histórico y que “hay que rescatarlo”…
EN los anales del sentido común y de las invectivas fallidas, ha habido muchos proyectos nacidos de mesas de café en donde se emprenden empresas cuestionables y francamente insólitas, como la actual, pero ésta es quizá la campeona de todas las intenciones de un cenáculo de que se tenga memoria…
POR principio de cuentas, para que se rescate un centro histórico de una ciudad, la infraestructura citadina y los edificios deben ser históricos. Con esto no quiere decir que un edificio de 20, 30 ó 60 años no tenga historia, claro que la tiene, pero el valor agregado de un edificio, además del arte arquitectónico de una época, que ha vencido el paso del tiempo, es el hecho que ocurrió en ese lugar…
UN ejemplo rápido: la casa de la virreina, en San Luis Potosí es la morada antigua de la máxima monarca de la Nueva España y cualquier cosa que haya pasado en su interior es historia, porque tiene el diseño antiguo de palacio, con arcos, chapiteles, ventanales y ornamentos en el frontispicio que no solamente la hacen bella a la vista, sino fuerte contra cualquier tipo de revueltas. Además, y creemos que es dable señalarlo: el edificio es del Siglo XVII, es decir, tiene, cuando menos, 400 años levantada esa estructura donde ahora está un restaurante muy bonito con precios nada módicos. La historia está ahí, acendrada en sus paredes…
EN Ciudad Valles solamente hay una estructura antigua: la parroquia de Santiago de los Valles, que ha sido revocada al burrazo, sin ninguna inspección o trabajo profesional de curadores, restauradores o personas dedicadas a monumentos antiguos, salvo en las últimas décadas y quizá para que ya no la dañaran más. Es originalmente un edificio de piedra y argamasa que sería vistoso si conservara la rudeza original de sus muros, pero como se dijo: el enjarre puesto, uno sobre otro fue totalmente a contentillo de quien estaba a cargo de ella…
DE ahí en fuera, las construcciones del centro de Valles, las más viejas, datan de los años treinta, es decir, que las casas, edificios, construcciones no han cumplido ni siquiera los cien años y la Estación de los Ferrocarriles, que debe datar de antes del inicio del Siglo, por mera coincidencia de la introducción ferroviaria y está convertida en un muladar lleno de caca de palomas, de murciélagos, plagada de graffiti y con el hedor de la orina de cuanto parroquiano entra a ella…
DICEN los que quieren “rescatar” el centro histórico que no hay edificios antiguos, pero que hay historia y que quizá la colocación de placas podría darle valor agregado a algunos lugares de Valles. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, pero insistir en centros históricos que no han sido valuados ni analizados por especialistas es dar de comer a quimeras solamente porque a alguien se le ocurrió en el sopor del mediodía, frente a la taza de café.
