EL colmo de un regidor debe ser el que ejecutó en vivo y a todo color el edil Ángel Iván Ortega Herrera, quien se acercó con el Gobernador Juan Manuel Carreras López a pedirle que le donara una camioneta para transporte de deportistas, recibiendo del mandatario estatal la cara de “What?” porque se supone que él, como concejal y perteneciendo a un Gobierno, tiene toda la posibilidad de hacer que se destine un recurso para un fin como éstos. Esta es la clara muestra de que los regidores no entienden su papel y no saben ni para qué están ahí…
EL caso es que, a la mejor como representante de gente de softbol, Ortega Herrera quizá se acercó al Gobernador que de cualquier manera no lo bateó, pero sí lo miró con ojos incrédulos, debido a que este tipo de peticiones se las suelen hacer asociaciones o agrupaciones juveniles o de atletas, no quien fue electo constitucionalmente para resolver este tipo de carencias dentro de una casa municipal…
OTRA que quizá haya protagonizado el oso de su vida fue Irma Hernández Medina, que, en concordancia con su actual Gobierno, en donde ella es regidora independiente, fue a entregar un expediente acusatorio contra Juan José Ortiz y el dinero de los 28 millones de pesos que presuntamente desvió, cuando la ahora edil tuvo trabajo en el Ayuntamiento, gracias Ortiz Azuara, sin hacer nada por cierto e incluso demandó al Gobierno municipal (no va a cobrar el laudo de 900 mil pesos hasta que deje de ser regidora, uy, gracias por eso) cuando Jorge Terán la corrió, precisamente por ser gente leal a Juan José (ni tan leal)…
EN Torreón un niño de sexto grado, del colegio más exclusivo de la importante ciudad coahuilense, el Cervantes, disparó contra seis personas, matando a su maestra e hiriendo de manera mortal a otra más que falleció en un hospital. El menor de edad se disparó en la cara luego de este oscurísimo episodio de la violencia en México. De volada las autoridades acostumbradas a las salidas fáciles comentaron que era fanático del videojuego “Natural Selection” y que eso habría provocado la ira del niño que era huérfano de madre, vivía con su abuela, sin ver a su padre y quien además admiraba el hecho ocurrido en 1999 en Columbine, en donde unos jóvenes mataron a 12 personas, hirieron a decenas y luego se suicidaron…
ESTE hecho terrible debe despertar la curiosidad de todos nosotros sobre dos cosas fundamentales, antes de buscar culpables fáciles: la atención en casa a los menores de edad (cada vez se desentienden más los padres de familia o tutores de sus responsabilidades, regalándoles tablets y celulares, además de que no se está poniendo atención en el entorno del menor, porque no hay nada más humillante que un operativo mochila en una escuela (el operativo mochila lo tiene que hacer a diario el papá, la mamá, los abuelos, en casa) y, por otro lado…
La facilidad con la que se consigue un arma en el mercado negro en México y que es una situación que han soslayado las autoridades de manera cínica, porque se sabe del fenómeno, pero no se ataca por ningún frente porque precisamente las mismas autoridades hacen negocio con este asunto…
AHORA hay un niño muerto por su propia mano luego de matar a otros, es tiempo de investigar a fondo estos fenómenos y ponerle un alto a estos dos problemas, uno doméstico y otro constitucional, porque se trata de una de las ramas de la seguridad pública.
