Miercoles 15 de Mayo de 2024

“Detención de García Luna deslegitima política de seguridad”

Rubén Pacheco

[Huasteca Hoy]

La detención de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública federal en el calderonismo, deslegitima la política de seguridad de los últimos 13 años, y legitima la actual propuesta federal de no confrontación con los criminales atacando las causas que originan la delincuencia, valoró Francisco Salazar Soni, profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la UASLP.

Este martes, el gobierno de Estados Unidos anunció la detención de García Luna, bajo los cargos de narcotráfico y de aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa, a fin de facilitar actividades ilícitas.

De acuerdo con el académico, la captura del funcionario federal redimensiona la posición de la administración lopezobradorista, referente a la corrupción policial y del crimen uniformado. “Que las policías federales, estatales y municipales, son policías corruptas-infiltradas”.

Salazar Soni rememoró que, durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa –del Partido Acción Nacional (PAN)-, García Luna imponía a los titulares de seguridad pública en las entidades federativas.

Para el especialista, el plausible deniability –como lo llaman los americanos- o negación plausible, es decir, cuando funcionarios de alto rango en una cadena de mando niegan el conocimiento y la responsabilidad de cualquier delito cometido por otro en una jerarquía organizativa hacia abajo.

“Entonces aquí hay puntos importantes que hay que analizar, porque el crimen organizado en México nace con los funcionarios públicos federales, incrustados y en activo; pocos son autónomos o evolucionan por separado como en otras latitudes”, exteriorizó.

Por ende, contextualizó que será importante conocer si habrá negación plausible, y si los gobernadores y los alcaldes insistirán en asumir que desconocen “lo que hacen” sus jefes de policías.

Sentenció que el crimen organizado funciona y funcionará en el país, debido a que existe colusión de servidores públicos. “Ya había muchos indicios, y la verdad no debería de sorprendernos que sucedan estas cocas”, planteó.