Jueves 02 de Mayo de 2024

Bitácora

Pues no fue ni debate ni nada. Fue una especie de dinámica de “pregúntale a tu presidente” en la que participaron el alcalde, por supuesto, y los ciudadanos, Erasmo Linares Nájera, que fue a que le recetaran lo de la vergüenza nacional de cuando hizo enojar al Presidente de la República en una visita que […]

Pues no fue ni debate ni nada. Fue una especie de dinámica de “pregúntale a tu presidente” en la que participaron el alcalde, por supuesto, y los ciudadanos, Erasmo Linares Nájera, que fue a que le recetaran lo de la vergüenza nacional de cuando hizo enojar al Presidente de la República en una visita que hizo a la Huasteca el 20 de julio; estuvo el profesor Luis Bárcenas Torres, que es uno de los cafeteros que se juntan frente a la alcaldía; un universitario que se llama Roberto Landín y el administrador de una página de denuncias en Facebook, llamado Luis Eduardo Hernández.

Para empezar, nadie habló del tema principal por el que el alcalde había citado a “debate”, el si su insulto de “enfermas trastornadas” era dedicado a mujeres, hombres o cualquiera de los otros géneros. Y en segundo lugar, la organización del festival de Xantolo, que a nadie le gustó, salvo a la directora de Cultura, Patricia Lobatón y de debate tenía lo que Benny Hernández (moderador y cazafantasmas vallense) tiene de científico.

Lo que sí es cierto es que entraron todos al Salón de Cabildos y las reglas fueron impuestas por gente de la administración, porque como los ciudadanos no se pusieron de acuerdo, entonces de manera mañosa, les impuso reglas el presidente en las que él tenía mucho tiempo para contestar, mientras que para preguntar y para comentar, los demás tenían un minutito. Esto enfureció a Erasmo Linares, que salió antes de que terminara el protocolo, en señal de protesta.

Pero se repitieron algunos tópicos y el alcalde, astuto como es frente a cámaras y celulares, fue respondiendo con algunas evasivas o con noticias de alta espectacularidad, como lo de la adquisición de las camionetas Tesla (ojalá pongan una refaccionaria de esos vehículos pronto en Valles) que es que para ahorrar energía.

Entonces, nadie debatió, más bien preguntaban y el alcalde contestaba con los mismos asertos con los que ha contestado preguntas a reporteros, por eso, el ejercicio parece que no tuvo mucha repercusión y ojalá no se vuelva a repetir, en honor a la democracia y a las buenas costumbres.

Luis Bárcenas se la pasaba pidiendo que el alcalde fuera más cercano a la gente y que no imitara a López Obrador en eso de polarizar a la ciudadanía con llamados groseros contra sus adversarios políticos, aunque al final el tono de su voz sonó frustrado, por el mismo motivo de los demás.

Tanto rollo para acabar en el mismo lugar: ciudadanos con sus mismas preguntas y presuntos debatientes que no aprovecharon su oportunidad porque le tienen más coraje a Adrián Esper que David Medina, así que para nada fue un debate, para nada hubo algo de provecho y se demuestra otra vez que lo que se quiere es ayudar en la medida de lo posible al lucimiento de la persona del alcalde, quien sigue usando las redes sociales para el discurso fácil y la salida rápida de los cuestionamientos, porque en ese sitio, las redes, sólo en las redes, se mueve como pez en el agua.

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