EL presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador iba a estar con comunidades indígenas este pasado viernes, para hablar sobre proyectos educativos y ejecutivos, pero estuvo con los huicholes de Jalisco, a donde fue a hablar del mismo tema.
ES simple. El presidente no ha dejado de hacer campaña. Él mensajes que traía preparado era el de dar a conocer que el dinero que antes se destinaba para los planteles educativos, a través de las autoridades de educación, ahora lo mandará directo a las sociedades de padres de familia.
LA pregunta lógica: ¿como para qué dio ese mensaje entre indígenas huicholes, o para qué lo iba a dar entre indígenas de la sierra de Tancanhuitz?
POR el simple hecho de que el presidente lo que necesita es un escenario para poder salir con sus medidas populistas que van destinadas al fracaso. Por eso. Es un político que no deja de estar en campaña, porque se la vivió acostumbrado a estar en esa situación, pero lo que necesita este país es alguien que Gobierne y cree inversión pública para que haya inversión privada, no una persona que va a destinar 150 mil pesos a todas las escuelas de la República mexicana, con la certeza de que los paterfamilias son pueblo bueno y sin consultar estadísticas sobre el problema de los desfalcos provocados por la rapacidad de algunos tesoreros de sociedades de padres, con o sin colusión de la dirección de la escuela.
MUY bien, les mandará el dinero a las escuelas, pero ¿quién vigilará el manejo de esos recursos? Como siempre, una ocurrencia convertida en política de estado, sin sustento y sin justificación, ah pero sí con el anuncio ruidoso del presidente que sigue gritando y haciendo chistoretes, como en los días de campaña, que fueron un total de 18 años y lo que va de su Gobierno.
