Jueves 02 de Mayo de 2024

Un alma se posesiona de empleada de zapatería

El conductor de televisión Benny Hernández fue testigo del fenómeno paranormal

Miguel Barragán

[Huasteca Hoy]

CIUDAD VALLES. Investigando un caso de apariciones en una famosa zapatería del centro de Valles, el conductor de televisión Benny Hernández fue testigo de lo que él y su equipo consideraron una posesión del alma de una empleada de ese comercio.

El 17 de octubre pasado, el conductor de televisión y director de Relaciones Públicas del Ayuntamiento, Benny Hernández fue a la zapatería, ubicada en la calle Hidalgo porque el gerente de ese lugar, de apellido Bermejo, le habría dicho que había habido unas apariciones que las propias empleadas le reportaron. Su show de televisión, llamado “Sector Paranormal” le atrae ese tipo de requisas.

El día 17, acudió junto a Gustavo, Juan, Alberto y una chamana de nombre Betty al lugar y mientras una trabajadora del lugar les decía en qué parte del edificio de tres plantas veían a una mujer blanca de ojos azules llorar, se comenzó a sentir mal y decía que sentía una opresión. La chamana advertía que había un espíritu intentando molestar a la empleada de la tienda.

El viernes 18, mientras hacían otra diligencia lejos de la zapatería, alrededor de las 8:30 de la noche, fueron llamados para presentarse en el mismo lugar, puesto que habían tenido que cerrar antes de tiempo  porque una empleada más presentaba una conducta extraña, hablaba con una voz que no era la suya y parecía pedir ayuda dentro de su propio trance.

Benny Hernández mencionó que llegaron al sitio y que una de las empleadas, de nombre Carmen observaba una actitud por demás extraña.

La chamana comenzó a rezar, mientras que los ayudantes de Benny la intentaban sostener, porque se golpeaba y se retorcía peligrosamente y toda la operación duró alrededor de una hora en la que el funcionario y trabajador de la tele todavía no se puede explicar qué pasó ahí.

Lo que es cierto es que, después de la “posesión”, la joven se sentía confundida y cansada y no recordaba que había sonreído y que con otra voz había estado amenazando al crucifijo que la chamana cargaba consigo.

“Ningún padre quiso acudir a ayudarnos. Afortunadamente la joven está bien”.

El edificio donde está la zapatería fue propiedad de Raúl Espinosa Moya, un comerciante y empresario de Valles en diversos renglones del mercado, quien incluso hizo su casa en el tercer piso, teniendo la planta baja y el primer piso como centro de comercio de muebles, en Colchorama, hace todavía 20 años, cuando se lo vendió a la cadena de zapaterías donde ocurrió este extraño caso.

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