ALEJANDRO Ballesteros fue levantado casi en vilo por policías antimotines que obedecían las órdenes del asesor jurídico de la DAPAS, Edgar Enrique Sánchez González y del director, Marco Antonio Guillén Rivera ayer en la mañana, alegando que la huelga continúa, porque así lo había determinado una suspensión provisional contra el acto ejecutado por la Junta de Conciliación y Arbitraje que declaró inexistente la huelga y, por ello, sacó a golpes y empellones a los sindicalizados que están en la huelga y que suman 86.
LAS acciones de Ballesteros podría decirse que son justificadas, porque un Juzgado federal es el máximo representante del Poder Judicial en este país, solamente por debajo de los magistrados de las Cortes Superiores de las entidades y por supuesto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y porque Ballesteros alega ahora que a qué hora y dónde se efectuó la asamblea que lo desechó a él, si ni a él ni a ninguno de los que lo siguen le notificaron que habría una junta de sindicalizados, porque los estatutos así lo dictan y además él tiene la toma de nota y el contrato colectivo de trabajo en su poder, todavía.
ES verdad que la maniobra que efectuaron desde la Junta Local de Conciliación y Arbitraje fue una jugada maestra en la que el jaque no se veía venir por ningún lado, sin embargo, Ballesteros tiene razón en una de sus múltiples peroratas: la asamblea para destituirlo tuvo una mayoría numérica discutible, porque con toda probabilidad incluyeron en el conteo de adversarios de Ballesteros a los del Sindicato Artículo 123, pero no sólo eso, sino que aunque hayan tenido una mayoría numérica respecto de los que siguen en huelga, la falta de notificación a cada uno de los que están en el movimiento era necesaria legalmente.
EN efecto, eso no importa ya y que la vida siga y que los policías sigan yendo a pegarle a él y a sus seguidores, nada más que hay que ser conscientes de que el Juzgado Quinto es un lugar grande, frío y alejado del bullicio y la falsa sociedad donde una mujer culta y preparada estudia los documentos que tanto los de DAPAS como los del Sindicato le han dejado y ella sabe cosas de leyes suficientemente bien para que una movida de zorro como la de la Junta la pueda persuadir. Cuidado, la huelga podría estar respirando por los poros, aunque parezca muerta.
EL director de la Pedro Antonio Santos, que es la secundaria más vieja de la Huasteca opinó sobre un espinoso caso de un joven con problemas mentales que se habría masturbado en un salón de clases, cerca de algunas alumnas y lo que se le ocurrió decir a Humberto Loera Isaís fue que las faldas rabonas de las alumnas habrían propiciado ese acto traumático para algunas jovencitas de esa escuela. Cuando busquen “machismo” en el diccionario probablemente encuentren la foto del director de la Pedro.
