Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
CIUDAD VALLES. El balazo que le dio Mario Aburto a Luis Donaldo Colosio ha mantenido al Basurero Municipal en el mismo lugar desde hace 26 años y sigue causando problemas ese confinamiento a cielo abierto.
Eligio Quintanilla González, presidente municipal de Valles de 1991 a 1994 narra que uno de sus mejores amigos en el Gobierno Federal que encabezaba en ese tiempo el presidente Carlos Salinas de Gortari, era el secretario de Desarrollo Social (Sedesol), Luis Donaldo Colosio Murrieta quien, como obra de apoyo social prometió a Quintanilla hacerle un basurero tecnificado en Chantol, para acabar con los problemas de los basureros a cielo abierto.
El basurero estuvo en muchos lugares, pero los dos últimos fueron, la salida a San Luis Potosí, que es un barranco a donde simplemente se vaciaban los camiones y después fue colocado en el ejido Santa Rosa, provocando la ira de los habitantes de ese lugar, que por obvias razones querían que les quitaran de ahí tanta suciedad.
Por eso, entrando el año 94, el basurero se trasladó a un predio de ocho hectáreas que está en el libramiento Poniente, con la promesa de que la SEDESOL federal iba a construir un basurero o relleno sanitario donde ahora se encuentra el que todavía no acaban de terminar.
Pero Colosio, que iba derechito a la Presidencia al ser un candidato del PRI que le gustaba al público por su discurso enfocado a los pobres, fue baleado en la cabeza y en el torso en la colonia Lomas Taurinas, del municipio de Tijuana, Baja California Norte y la promesa de que SEDESOL construyera un confinamiento no contaminante se terminaron.
Nadie continuó con esa tarea de gestionar el relleno, hasta mucho tiempo después, pero con muchos problemas legales de licitación y de acción.
