COMO decía Pompín Iglesias (millennials, pongan ese nombre en la barra de YouTube), ¡qué bonita familia!, ¡qué bonita familia! En el caso del embargo que se comenzó a tramitar en contra del DIF hoy por la mañana y que se refiere a un laudo de 600 mil pesos que una trabajadora ganó, luego de ser dada de baja en 2007 del DIF…pero que misteriosamente sigue trabajando en el DIF…
Vianey López Valdez ingresó como asistente ejecutiva en el año de 2004, cuando comenzaba la primera administración de Jorge Terán Juárez y su jefe directo era el encargado de Recursos Humanos del DIF, José Matilde Hernández Méndez, quien además está casado con una de las hermanas de Vianey…
EN el 2007, Rómulo Garza Martínez, el panista, entró a gobernar y corrió a Vianey, quien demandó por despido injustificado al DIF y quien tardó mucho en regresar a la paramunicipal, porque después de muchas negociaciones, en mayo de 2018, Vianey fue reinstalada como asistente jurídico en el área de abogados del Sistema, o sea que cobra su sueldo, goza de prestaciones y tiene vacaciones de ley mientras su cuñado continuaba con el proceso…
AL margen de los negocios familiares que hay aquí, ¿habrá manera de que explique el Ayuntamiento cómo es que el DIF no negoció para que no se llegara al proceso de laudo, es decir, para que en junio de este año no se ganara este juicio que podría dejar sin vehículos chicos al DIF?…
NOS parece que no. El caso es que Vianey andaba escondiéndose de la prensa hoy, porque sabía que se le iba a juzgar por el laudo, aunque cabe mencionar que no se puede esperar un dechado de ética de la familia de Matilde, pero con todo derecho, ella puede gozar de ese dineral que tanto necesita el DIF, porque nadie peleó o negoció con el abogado, Matilde Hernández, porque es persona non grata en el Ayuntamiento y en la paramunicipal…
EL caso es que este asunto se lo está adjudicando el hijo de Matilde Hernández, Iván Hernández, quien es líder del Sindicato Independiente del Ayuntamiento y quien dijo que dentro de un mes estarían ejecutando el embargo de cuatro carros que ya tienen vistos, como forma de pago para Vianey…
ENTONCES ¿de quién es la culpa? Pues como se dice arriba: no se puede esperar que haya un concepto de estoicismo laboral de Vianey ni de Matilde, ah, pero no se hubiera llegado a tanto si los encargados del jurídico del DIF y del Ayuntamiento no estuvieron comiendo tunas (que están en temporada) y se pusieran a defender el dinero y los recursos públicos…
OBVIAMENTE el negocio de los laudos seguirá, porque mal que bien, salen ganando no nada más los demandantes, sino abogados, leguleyos del Ayuntamiento y quizá alguna otra personita interesante de las que se asoman al inframundo de los seres sin corazón que gustan de vivir del erario.
