Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
CIUDAD VALLES.- Un 60 por ciento de los cultivos citrícolas de municipios como Tanquián, ya se encuentran perdidos, y no sólo la producción para este invierno, de la variedad de Valencia se ha secado, todo la planta está a punto de morir, con lo que prácticamente la actividad naranjera que apenas repuntaba se perderá.
El productor naranjero Alberto Galván Guerrero, destacó que la actividad citrícola de la Huasteca la ha mantenido por su propia cuenta y aunque han tenido acercamientos con dependencias como Sedarh y la Sader, no se han obtenido los apoyos necesarios, sólo talleres informativos.
“La verdad estamos viviendo una situación muy crítica, la naranja ya no creció, quedó muy chiquita, y se empieza a chupar por el mismo sol, la cáscara que para estas fechas ya debería alcanzar un color entre verde y amarillo, está negra, e incluso hasta las hojas están dobladas y secas, es una tristeza porque ahí en el campo están nuestros ahorros, nuestra inversión con la esperanza de alcanzar una buena cosecha y un buen precio”.
Galván Guerrero quien también se dedica al cultivo de papaya, señala que a diferencia de los productores ganaderos, no hay organización con los citricultores de la Huasteca y esto ha impedido poder establecer reuniones de trabajo con las dependencia, “tenemos poca superficie sembrada, hay compañeros de la Huasteca Sur que siguen batallando con las plagas, aquí afortunadamente en Tanquián hemos podido avanzar y hemos logrado estándares de calidad altos, en otros años empezamos a comercializar a buen precio, pero en esta ocasión ni para colocar en las ofrendas del arco de Xantolo alcanzaremos”.
