Domingo 19 de Mayo de 2024

Bitácora

CASI 30 mil niños entran a la escuela mañana sin tener una idea clara del calvario que se aventaron sus papás para poder reunir el dinero que costó ese regreso a clases y que es el resultado de la visión trastocada de muchas escuelas públicas que tienen aspiraciones económicas altas y encargan listas de útiles escolares, uniformes y calzado especial, como si lugares deprimidos económicamente como Valles estuvieran gozando de una bonanza propia del primer mundo…

DE acuerdo con datos de este mismo diario, los 30 mil padres o tutores del mismo número de niños y adolescentes que mañana inician el ciclo escolar, gastaron en promedio la cantidad de 1,400 pesos cada uno para que el niño o joven de secundaria (el nivel básico es preescolar, primaria y secundaria), cifra que puede sonar muy accesible para muy pocos y bastante onerosa para la gran mayoría…

Un ejemplo: el Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (CONEVAL) apunta que en el reciente 2018, el 41 por ciento de la población es pobre, es decir, gente que vive con carencias alimenticias, educativas o de salud primordiales para vivir. Este es el grueso de la población y en Valles son 72 mil 500 personas. Hay un 40 por ciento que se considera población emergente y económicamente activa que es el otro 33 ó 32 por ciento y hay un 7 por ciento que está en la pobreza más ruin, o pobreza extrema que también tiene que mandar a los niños a clases, como pueda. Si no les cuadran las cifras es que hay un 20 por ciento de los vallenses que vive sin ninguna carencia y acomodadamente y que son algo así como 34 mil personas…

PERO bien, las escuelas, los directivos y sociedades de padres de familia parecen estar empeñados en imitar los modelos de las escuelas privadas en cuanto a gasto y a obtención de recursos para educación, como los útiles escolares y eso lastima profundamente la economía de una mayoría que es pobre, que es subempleada o que vive de la economía informal, pero eso no parece importarles…

EN total, el gasto que se ha hecho a lo largo de un mes en uniformes y útiles escolares, en Valles, es de poco más de 42 millones de pesos, dinero que ha circulado a razón de 1.4 millones diarios en compras de los papás de los niños de escuelas públicas. El circulante está bien, porque genera economía, y aquí es donde se pone paradójico el asunto, porque aunque tener circulante es sano, se hace a costa de sacrificios de papás que no deberían tener que gastar tanto en el regreso a clases de sus hijos…

AHORA bien, las modas suelen ganar la batalla y ahorita está de moda pedir en exceso al padre, como una compulsa capitalista de que se debe gastar en el hijo para que su educación rinda. Claro que tiene que gastar, pero lo justo, no lo infame. Pedir marcas registradas obligadamente en libros o en material o hacer que el paterfamilias vaya a tal o cual negocio a comprar el uniforme es en resumidas cuentas quitarle la libertad al tutor de decidir económicamente…

DE todas formas la economía no crece casi nada con gastos excesivos de gente necesitada, porque los mismos préstamos que se piden para completar el mastodóntico gasto hacen que luego venga una resaca económica que sufre todo el pueblo…

MUCHOS padres de familia de las directivas de las escuelas y directores deberían ser más sensibles y no obligar a tener una lista específica. Se trata de educar, no de ver quién puede o no comprar la carísima mochila de Avengers que hay en el mercado.