COMO ya lo habíamos dicho, Javier Salazar Cruz tiene como titiritero principal no a Socorro Herrera ni a Raquel Hurtado, sino principalmente a Jorge Terán Juárez, quien en una maniobra de David Copperfield, anda haciendo magias para ser él, la mente maestra que conduzca los destinos del panismo, luego de la debacle con el PRI, en donde obviamente no tiene ninguna oportunidad de volver a pedir la oportunidad, porque quedó en un lejano tercer lugar en la pasada elección.
ASÍ es: Terán Juárez es un político tan hábil, que metió sus tentáculos quién sabe a dónde, dentro del PAN estatal para que un renunciante a la militancia y apoyador del priismo (hace un año), no se viera mal, buscando y, quizá consiguiendo en unos días, la presidencia del partido blanquiazul, con el que Terán y sus seguidores han mantenido un amasiato desde el 2009, cuando Terán ayudó a Socorro Herrera a ganar la elección a Juan José Ortiz Azuara.
FÍJENSE nada más lo que son las cosas: a pesar de que los años pasan y de que estamos por arribar a la tercera década del Siglo XXI, en veinte años, dos priistas son los que se han repartido el pastel en Valles, salvo las incursiones de panistas que o fueron ayudados por priistas o simplemente ganaron como parte de una tendencia antipriista nacional todavía vigente en 2006: Jorge Terán y Juan José Ortiz Azuara.
EL primero, autoexiliado del PRI después de la contundente derrota, pero con un equipo fiel de seguidores que todavía están en activo y el segundo, rozagante, pensando en el 2021 desde ahorita y sin ocultar su ambición, dado que en el PRI ya no es que esté flaca la caballada, es que no hay caballada. Por eso, citando a Friedrich Nietzsche, el “Eterno Retorno” nos está acechando en Valles irremediablemente.
BUENO, y quién sabe cómo para qué, pero ayer conformaron el Comité Ciudadano que no es más que un ardid para que un adelantado llamado Faustino Cedillo se prepare para ser la opción política “nueva” en la ciudad, cosa que a muchos les suena ilógica, porque el gerente del hotel que está a la salida sur de la ciudad pues no maneja grandes recursos como para aspirar, ah, pero detrás de él hay uno que otro ganadero y empresario al que el poder no le ha salpicado nada en los últimos años y que quieren que también les haga justicia la revolución.
ESTA aventura “ciudadana” no pretende mejorar las cosas, sino que simplemente permitirá insertar, si es que los ciudadanos lo permiten, a otros ciudadanos con ganas locas de hacer negocio con el dinero público en el Gobierno municipal.
AQUÍ lo que agüita es que no se ve ninguna propuesta interesante ni una verdadera convicción de ayudar, sino una ansia por entrarle al rejuego político y de empezar a ser escuchados, a ser conocidos y a ser considerados para el máximo puesto político de la ciudad. Francamente, de flojera total.
