Miercoles 15 de Mayo de 2024

Bitácora

El bloqueo intermitente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas hasta esta hora estaba operando, desde las nueve de la mañana, solamente en la salida a Rioverde, tanto para la carretera de cuota como la libre y, que se sepa, no había habido comunicación del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que es con el único con el que los campesinos precisan negociar para que haya más dinero para el campo y para que no desaparezcan la intermediación de las centrales campesinas a la hora del reparto del recurso agrícola.

Las afectaciones económicas incalculables para la zona y para la capital del estado duraron todo el día, porque ningún vehículo pesado pudo abrirse paso en el kilómetro 12 para atravesar Valles y seguirse de largo con miles de toneladas de acero para la zona industrial de San Luis Potosí, así que el presidente debería de hacer un alto y resolver lo de las peticiones o negociar para que se quiten, porque el relajo y la pérdida de dinero es un asunto grave para la región, eso sin contar con que éstos son campesinos que no pertenecen a las Cadenas Productivas, o sea, los que piensan bloquear todas las carreteras el próximo 14 de agosto, en todo el país. ¿Hasta cuándo don AMLO?

Martha Leticia Zaragoza Ramírez, que portaba un gafete de representante del “Poder Mundial de Derechos Humanos” se plantó bajo la sombra del toldo que Alejandro Ballesteros, líder del Sindicato de la DAPAS y sus hermanos, junto con Erasmo Linares pusieron frente a la alcaldía en protesta porque el alcalde no los atiende y, la señora, comenzó a criticar la postura de cerrazón del alcalde y a denostarlo por ser una persona adinerada que no sabía gobernar, así que venía a dar cuenta de esa situación.

El asunto es que lo que decía la señora, quien parecía no saber ni tantito de la situación de la huelga ni de otras cosas propias del municipio, no le gustaba mucho ni a Erasmo Linares ni a los hermanos de Ballesteros, que volteaban los ojos al cielo y se tapaban la cara en señal de exasperación, mientras Zaragoza Ramírez peroraba en plena plaza y mientras interrumpía el tono de su celular que era lo único interesante de toda la escena, porque la señora no sabrá de lo de la DAPAS,  pero sí sabe de buena música, porque el tono de llamadas de su móvil era “Green River”, de la banda Clerence Clearwater Revival.

Ya cuando pasaron a la señora con el secretario del Ayuntamiento, siguió parlando sobre la igualdad de los seres humanos y los inconvenientes de que el alcalde se sintiera más que los demás, con todo y el rollo de Antonio Aguilar de que “el día que yo me muera, no voy a llevarme nada” y, puesto que vio al secretario muy chiquito y orejón, le espetó que ella no tenía que ver ningún documento ni prueba del caso porque ella haría un informe que enviaría a Amnistía Internacional, porque ella solamente “se maneja en esas esferas”, así que el World Power de la dama como que no vino a arreglar nada y más bien vino a entorpecer un poco más el movimiento. Pues ni modo.