Domingo 19 de Mayo de 2024

Bitácora

PUES resulta que los ejidatarios de Los Sabinos y de Gustavo Garmendia siempre sí cumplieron con la amenaza de manifestarse en la Presidencia Municipal porque la DAPAS nomás no les pone la nueva bomba para impulsar el agua de las instalaciones ubicadas en el norte de la ciudad, hasta esos poblados también norteños y que se meten a la sala de Cabildos a dar cuenta de la inconformidad…

DILIGENTEMENTE, los funcionarios, como el secretario del Ayuntamiento, Raúl García Salazar y el director de DAPAS, Marco Antonio Guillén Rivera, así como los regidores Guadalupe Contreras Pérez e Irma Hernández Medina se pusieron a la orden de los enojados ejidatarios que no sólo se quejaban de que no tenían agua en aquella zona, sino que los recibos les llegaban con el monto de una cuota, como si tuvieran el servicio todos los días de Dios nuestro Señor…

PARA luego es tarde, Marco Guillén no vaciló en señalar a la Junta de Conciliación y Arbitraje y a los huelguistas de esa situación, porque, en el primer caso, la Junta no considera que se debe abrir la DAPAS para poner una bomba, puesto que estadísticamente la población no ha crecido para aquel rumbo y no hay necesidad de mandar más agua. La Junta se basó en números del INEGI. En el segundo caso, pues apuntó su dedo flamígero a los huelguistas, porque el conflicto laboral no permite que se abran las puertas, salvo por medio de un procedimiento legal, pero, por lo complejo de la operación, se vulneraría el derecho laboral de los paristas de tener cerradas las instalaciones…

CUANDO los manifestantes se enojaron más de lo que ya venían, porque les dijeron ese espinoso asunto de los huelguistas, hubo voces que entonces propusieron ir a protestar a la Junta y también contra el líder del Sindicato, Alejandro Ballesteros, que ahora hace guardia de huelga con Erasmo Linares, frente a la Alcaldía, en lugar de hacerlo en las instalaciones de la DAPAS. Ni tardos ni perezosos, Marco Guillén y Raúl García explicaron que ellos como ejidatarios estaban en todo su derecho de hacer la protesta contra esas dos instancias, muy a la manera de Pilatos, que pues no es que no le gustara la violencia, pero dejaba decidir al pueblo (bueno), su siguiente movimiento…

PERO cuando los ejidatarios ya estaban viendo la manera de ir a gritarle a Ballesteros, la regidora Irma Hernández Medina (la misma que no cobrará su laudo de 800 mil pesos por buena onda, hasta que acabe su trienio) enfrió los ánimos y llamó a la cordura, previendo que se podía generar un desmadre épico con una ristra de demandas mutuas sumadas a las ya existentes entre DAPAS y Sindicato. Fue por eso que los ejidatarios declinaron la idea…

LO extraño fue que Raúl García Salazar daba instrucciones a los manifestantes sobre lo que tenía que decir a continuación, en uno de los recesos de la reunión, o sea que muy a la manera de las intrigas internacionales, los funcionarios intentaban crear caos con una protesta autoteledirigida, para así culpabilizar al sindicato del descontento social. Ah, méndigos, tantito más y se los llevan a la CIA o a Scotland Yard.