EL líder del Sindicato de la DAPAS, Alejandro Ballesteros Corona no se cree aquello de que la DAPAS está quebrada y pregunta porqué se siguen pagando altos sueldos a empleados de confianza, como en la pasada administración, por qué algunas dependencias del Ayuntamiento no pagan el agua y otras anomalías, como sostener a los empleados de la DAPAS Rural, que es un organismo ilegal, de acuerdo con la Auditoría Superior del Estado, en respuesta a los dichos de Marco Antonio Guillén Rivera, quien dijo que no hay dinero para pagar a los sindicalizados, el recurso de 15 millones de salarios caídos y del aguinaldo 2018 que no les ha sido entregado…
DE hecho, no sólo no tiene dinero el organismo, según Guillén, sino que debe invertir 221 millones de pesos en infraestructura y ampliación de bombas, potabilizadoras y plantas de tratamiento, así como drenaje que no tiene y que no sabe cómo va a conseguir, eso sin contar con las deudas que se vienen arrastrando desde hace siete años y que suman 42 millones de pesos que tienen que pagar…
PERO lo que ocurre es que a los sindicalizados no se les cumplió con el acuerdo que supuestamente el alcalde tenía de nombrar a un pacificador entre sindicato y directiva, en la persona de Marco Antonio Conde, porque de nada sirvieron las sesiones de acuerdo para el destrabe en las que solamente participó el sindicato, afirmando que sí querían negociar y quedando plantados por los consejeros consultivos y por la directiva de la DAPAS, así que Ballesteros dejó de confiar en Conde Pérez, a quien solamente considera pelele del alcalde y protagonista de un show mediático que no llevó a nada, sino a perder el tiempo y hacer perder el tiempo a los del sindicato…
O sea que, luego de que el alcalde dijera que Conde negociaría, cambió el argumento y refirió que Conde estaba en la reunión de información porque era quien habían nombrado los sindicalistas como representante, haciendo que la labor del regidor de MORENA, efectivamente, se desvirtuara. Esto hace que todo vuelva al principio, después de 226 días de huelga, un adeudo a sueldos caídos de 15 millones y una DAPAS quebrada. Quién sabe quién crea que esto le conviene a alguien…
EL activista político Pablo Vázquez, quien estaba apoyando la campaña de Jorge Terán para la reelección a la Presidencia municipal fue ultimado a balazos un día como hoy, pero a eso de las nueve de la noche, cuando atendía su puesto de hot dogs que tenía en la calle Madero, esquina con Hidalgo, pero nadie hizo ninguna conmemoración del operador estrella de ese partido, a pesar de que hace un año, se le dedicaron homenajes y discursos acalorados en los que se aludía a la delincuencia organizada como la culpable…
QUÉ rápido se les acabó el amor en el PRI de Valles por una persona que dio tiempo y esfuerzo por un partido que está de capa caída, pero que mínimo debía haber recordado a uno de sus soldados de campaña más entregados.
