Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Para Martha Elizabeth Hernández Cervantes su profesión no ha sido fácil, y aunque el oficio lo aprendió de su padre que también fue policía preventivo, asumió su papel como agente de seguridad con la responsabilidad de cuidar a la ciudadanía, como lo hiciera con sus hijos, aunque para ello tendría que limitar su tiempo con la familia, y enfrentar críticas, pues proviene de una comunidad de San Martin Chalchicuautla donde el machismo sigue imperando hoy en día, y la mujer sólo está limitada al trabajo del hogar, y ser policía es casi una ofensa.
“Llevo seis años como policía, empecé en mi tierra San Martín y hoy soy efectivo en la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Tamazunchale, para mí es una profesión digna que me ha permitido poder alimentar, calzar y dar un techo digno a mis hijas, acepté trabajar aquí por necesidad, por gusto y porque sé que como mujer no debemos limitarnos, el hablar y escribir tének también me abrió las puertas, y aunque hay riesgos, si volviera a nacer volvería a elegir ser policía”.
Con 42 años de edad, María Elizabeth Hernández destaca que su trabajo la ha ausentado de eventos familiares, de cumpleaños, navidades y hasta hoy 10 de mayo, festejó trabajando, “cuando salgo de la casa, le doy la bendición a mis hijas, y salgo pensando que regresaré a verlas, nunca dudo de eso, sé que Dios me protege como madre que soy, en él confió, sabe que trabajo por necesidad y por convicción, mis hijas cuando me ven uniformada se alegran, pero les digo que el uniforme es responsabilidad, que un policía no es abuso de poder, que es ayuda, es protección, y eso les inculco, creo que como madre lo mejor que le debemos dar a los hijos es el buen ejemplo, más que lujos, hay que dar tiempo de calidad y un buen ejemplo”, señala una de las pocas policías mujeres que existen en la Huasteca Sur, donde sólo un mínimo porcentaje de las madres de familia trabaja, pues en su mayoría se dedica a los labores del hogar.
