Redacción
[Huasteca Hoy]
Ser madre y policía a la vez son actividades que se tienen qué compaginar para cumplir con el trabajo y también con el rol de madre, es difícil pero no imposible, pues siempre contamos con el apoyo de la familia, coincidieron dos policías que ayer fueron festejadas en un evento organizado por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Dulce Yesenia Rubio Flores tiene 13 años dentro de las filas de la Policía Estatal, ha estado en el grupo de paramédicos de la corporación, apoyó al agrupamiento de rescate acuático e hizo el curso de Policía Acreditable de tres meses en Sonora; ha estado comisionada en Matehuala, San Luis Potosí y actualmente en Ciudad Valles.
Tiene dos hijos, uno de 17 y uno de 4, “con el primero sí fue difícil porque fui madre soltera, pero mis padres me ayudaron, siempre he tenido el apoyo de ellos, ahora tengo pareja y nos compaginamos para atenderlo”.
“Me gusta el uniforme, tengo la camiseta, me gusta mi trabajo, me gusta andar en la calle y en los operativos, cuando vamos a un auxilio, escucho las sirenas y aún me emociono, siento la adrenalina.
Como es técnico en Urgencias Médicas, cuando llegan a un servicio le presta los primeros auxilios a personas lesionadas, también fue paramédico en Cruz Roja y formó parte del cuerpo de Bomberos.
Nunca se ha sentido discriminada por ser mujer, todos los jefes que han estado la han apoyado, como hacen con todas las policías, a ella le han tenido toda la confianza para manejar las patrullas, “y me gusta que me vean igual, me tienen confianza, no a cualquiera le dan esa responsabilidad”.
Le hubiera gustado ir a más festivales del 10 de Mayo de su hijo, quien aunque no quiere seguir los mismos pasos de su madre, se siente orgulloso de ella, pero siempre existe el miedo a que ya no regrese, “como decimos en este trabajo, tenemos hora de entrada pero no de salida”.
Glenda Lourdes Martínez Camacho estaba embarazada cuando la patrulla en la que viajaba protagonizó una persecución, seguían a un vehículo en el que viajaban presuntos delincuentes y éstos accionaron sus armas de fuego al ver a los uniformados. No hubo detenidos porque se escondieron en unos condominios, pero eso no la detuvo y aun siendo madre, continúa siendo parte de las policías operativas.
Se resiste a dialogar con este medio, con el argumento de que hay compañeras que tienen más tiempo en la corporación, y al final accede. Ella tiene 8 años en la policía y tiene una niña en preescolar, se divide horarios con su mamá, la mayoría de las veces, es la abuela quien lleva a la niña al plantel educativo.
Mencionó que en el tiempo que puede estar con su hija, trata de tener tiempo de calidad y compartir momentos gratos con ella. Actualmente Glenda forma parte de la Unidad Especializada en Atención a la Violencia de Género, y aseguró que le gusta su trabajo y desde pequeña quiso ser policía.
En la Policía Estatal de la Zona Huasteca que comprende 20 municipios, hay 50 mujeres policías, 22 son administrativas y 28 son operativas, que cuentan con portación de arma de fuego y andan en patrulla.
