Domingo 12 de Mayo de 2024

Bitácora

CUANDO todo mundo creía que las cosas por fin se iban a calmar y que habría negociación, tanto la directiva de la DAPAS como el Sindicato de este organismo asumieron posturas beligerantes de nueva cuenta, porque, en el primer caso, los directivos, al mando de Marco Antonio Guillén interpondrán una impugnación por anomalías en el recuento efectuado el miércoles en las instalaciones de la DAPAS y que llevó a cabo la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA); mientras que el Sindicato ahora exigirá que, al legitimarse hace rato la huelga legalmente por la Junta, pedirá que quede a resguardo de los sindicalizados todo el mobiliario y las instalaciones de la misma, para continuar con el movimiento y por el adeudo que se ha generado tras 163 días de huelga, iniciada el 31 de octubre de 2018…

ASÍ es: nada para nadie aún, pero el problema es que este movimiento, alargado por la contumacia de la directiva de sentarse a negociar con los huelguistas desde hace meses, ahora generó una enorme deuda que, el mismo Sindicato calcula en 14 millones de pesos, aparte de que se tienen que negociar los puntos de mayor trascendencia dentro del pliego petitorio que es todavía un documento que no se ha dado a conocer por ninguna de las dos partes, pero que fue la supuesta “manzana de la discordia” que comenzó la disputa que está endeudando todavía más a la DAPAS, aunque, hay que decirlo, no ha afectado el funcionamiento de la empresa paramunicipal que genera 7.5 millones de pesos mensuales de ingreso de 50 mil usuarios en la zona urbana de Valles…

LO malo de todo esto es que, aunque no sea totalmente cierto que el Sindicato con sus múltiples prestaciones sea el que está arruinando al organismo, esta situación empuja la idea de privatizar a la DAPAS, que es una intención nada escondida del director de la CEA y constructor, Jesús Medina Salazar y del presidente del Consejo Consultivo y amigo del funcionario estatal del agua, porque esta situación de arreglo del Contrato Colectivo y de la deuda generada por seis meses de huelga hará insostenible la manutención de la DAPAS que algún tiempo fue el organismo más sano financieramente hablando de todo el  país y que la política de nóminas abultadas, Sindicato consentido, no cobro de cientos o miles de facturas a personas adineradas ha llevado poco a poco a una ruindad que no se merecía…

LO más preocupante de todo es que la ciudadanía, las agrupaciones de lucha social, las asociaciones independientes del Gobierno y las ONG no han levantado la voz al respecto, cuando el suministro del agua es una de las cosas más delicadas e importantes que se pueden tener en una población y mientras, el pleito sigue y sigue, con el soslayo ciudadano y la aquiescencia de las autoridades de Gobierno, como el mandatario Juan Manuel Carreras López, quien no ha movido un dedo para meter en cintura la cuestión que es de carácter público y un asunto de salud pública primordial.