ANDRÉS Manuel López Obrador, presidente de México tuvo una doble jornada en la Huasteca, la primera, exultante, feliz y dicharachero, allá en la cabecera de Aquismón y la segunda, más serio, afirmando que él no tolerará la corrupción, refiriéndose directamente a los escándalos del vivero de café de Rebeca Terán Guevara, quien obviamente se va quedando sin activos políticos la defiendan…
PERO no se puede negar que la campaña política sigue y que la espera de cientos de miles de mexicanos que vivimos en la Huasteca y la de millones de todo el país de ver por fin actuar en temas de relevancia como el empleo o la bajada del precio de la gasolina al presidente electo con el 53 por ciento de los votos el pasado 1 de julio se difumina todavía más. Porque es eso: venir a visitar sin ofrecer más que lo obvio: que terminará la carretera, pues claro, es un hecho, lo tiene que hacer y que apoyará el turismo, también lo tendrá que hacer, pero cosas concretas, no, sino el mismo discurso chabacano de que no va a dejar solos a los mexicanos y que trabajará por ellos. Es decir, demagogia de campaña, pero a destiempo, porque eso ya se acabó…
EL discurso en Aquismón fue el de que el gobernador era “bueno” y lo defendió de cualquier intento de rechifla, mientras que en Valles pidió ayuda a los presentes para acelerar al elefante reumático del Gobierno, con obvia referencia al Ejecutivo estatal, ya que su Gobierno es de auto halago, ya que él prevé una “cuarta transformación”, equiparando su llegada al poder con la Independencia, la Reforma y la Revolución, ni más ni menos…
AL alcalde de Valles no le tocó nada de la fiesta, porque no se refirió al aeropuerto que propugna Adrián Esper como un proyecto a analizarse, sino que soslayó el tema y así se quedó, así que quizá en Aquismón estuvo de buen humor, pero en Valles le bajó al nivel de su optimismo y pues se conformó con el discurso de siempre, el de un político que busca un lugar en un futuro próximo, cuando obviamente ya lo tiene…
LO realmente importante y que tiene que ver con el lado más siniestro del Presidente es el de las mentadas becas “Benito Juárez”, porque ahora resulta que todos los jóvenes de instituciones de nivel medio superior recibirán un apoyo de estudio de 1 mil 600 pesos bimestrales, sin condicionar por ejemplo que tengan buenas calificaciones, sean alumnos aplicados o carezcan de recursos para seguir estudiando, sino a todos, a todos en general…
QUÉ casualidad que se les estén dando becas a muchachos que tienen su domicilio en vecindarios de lujo o a jóvenes que desperdician su tiempo en lugar de estudiar pero que todos, en general, vayan a ser votantes activos para el 2021, porque hablamos de gente que tiene entre 16 y 17 años de edad que ahora podrán renovar su celular o comprarse ropa gracias a un recurso que debería invertirse en otra cosa…
ESTA última ni a Salinas de Gortari se le hubiera ocurrido. La neta.
