Silvia Neri
[Huasteca Hoy]
XILITLA. A sus 75 años busca la manera de tener un recurso extra, para ello realiza el bordado de manteles y bolsas artesanales, en cada una de sus obras invierte un promedio de dos días, y aunque se cansa, siempre hay algo nuevo que hacer.
Ella es María Antonio, una mujer de comunidad del municipio de Aquismón que tiene años vendiendo artículos bordados de manera artesanal, antes del arreglo de la plaza se le podía ver instalada debajo de unos de los árboles, hoy se instala en el interior del Ex Convento de San Agustín.
Las piezas de sus obras tienen un costo de los 150 a los 300 pesos, dependiendo el modelo que elija el cliente, indica que las mejores ventas son en temporada vacacional cuando el turismo se lleva la mercancía, y aunque buscan el famoso regateo, sólo baja unos pesos, “el hilo es caro y la manta también”.
A su edad la vista es envidiable, puede poner el hilo en la aguja sin tanto problema “es algo fácil de hacer, me gusta mi trabajo”, ella al igual que muchas otras personas de las comunidades ha dedicado parte de su vida al bordado artesanal con los colores que resaltan su lengua materna el Tének.
Cada día son más los turistas que llevan como una moda la gorra, los tenis o una prenda bordada artesanalmente, esto se ha vuelto un icono de la Huasteca potosina, y en cada municipio se pueden ver personas de las comunidades que realizan esta labor del bordado tének.
