Jaime Hernández
[Huasteca Hoy]
Con el ocultamiento de datos sobre la percepción final de los legisladores locales, el surgimiento de los funcionarios de la Fiscalía General del Estado entre los servidores públicos mejor pagados de la entidad, además de reiteradas ambigüedades y ocultamientos en la presentación de datos, el Congreso del Estado se apresta a aprobar los nuevos tabuladores de las dependencias públicas potosinas.
La Gaceta Parlamentaria de la sesión legislativa prevista para el próximo miércoles 30 de enero, presenta el dictamen de la Comisión de Hacienda sobre los tabuladores estatales, adaptados a las políticas de austeridad impuestas por el gobierno del Andrés Manuel López Obrador.
En él se establece que 30 organismos descentralizados no requirieron modificación, mientras que otras 29 enviaron a la comisión sus tabuladores ajustados, misma que consideró que se ajustaban a la nueva normatividad.
El salario mensual neto tope del Gobernador quedó en 105 mil 154.24 pesos.
Sin embargo, los tabuladores muestran algunas ambigüedades.
Es el caso del propio Congreso estatal, que sólo muestra la modificación de la dieta mensual neta de los diputados, que quedó en 104 mil 500 pesos. Sin embargo, a diferencia de la presentación del tabulador original, no aparece el desglose de las otras percepciones que reciben, como aguinaldo y otros beneficios.
Tampoco aparecen los tabuladores del resto de los funcionarios legislativos, algunos de los cuales, como varios coordinadores, rebasaban el tope presidencial de los 108 mil pesos.
También resalta que el fiscal general Federico Garza será el segundo funcionario mejor pagado de la entidad, pues recibirá ingresos mensuales netos de 105 mil pesos. Otros cuatro funcionarios de la FGE recibirán entre 102 mil 574 y 103 mil 500 pesos.
Algunas dependencias, como la Comisión Estatal de Derechos Humanos, aparentemente mandaron el mismo tabulador, sin que se notara una reducción de los salarios. En el caso del Poder Judicial del Estado, diferenciaron los ingresos brutos y netos.
En la mayoría de los casos, los documentos son ilegibles, pues están publicados, como en otras ocasiones, con una resolución de muy mala calidad.
