Redacción
[Huasteca Hoy]
CIUDAD VALLES. Elementos de la Policía Municipal detuvieron a dos empleados sindicalizados de la DAPAS acusados de presuntamente agredir a empleados del mismo organismo cuando éstos últimos entregaban recibos por el servicio del agua en la colonia Ignacio García Téllez y otras colonias cercanas a la carretera al ingenio.
Los oficiales atendieron el llamado de auxilio alrededor de las 11:00 horas del jueves, de ocho empleados de confianza de la Dirección de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento que dijeron que cuando estaban entregando los recibos, fueron interceptados por varios empleados sindicalizados, quienes les quitaron los documentos que estaban entregando y como presuntamente los agredieron, los agentes detuvieron a Jorge Ruiz Reséndiz e Iván Hernández Acuña.
Los uniformados iniciaron el procedimiento del aseguramiento y llevaron a los detenidos a certificar con un médico, y a las 13:53 horas, llegaron a la Agencia del Ministerio Público, seguidos por el secretario general del Sindicato, Alejandro Ballesteros, y los empleados que se encuentran en huelga que habían estado esperando afuera de la comandancia de la Policía Municipal.
Exigían hablar con el Subprocurador de Justicia de la zona Huasteca Norte, Pablo Alvarado Silvia, quien los atendió en el área de espera de su oficina y escuchó a Alejandro Ballesteros y a Claudia Ruiz.
El primero argumentaba que había una suspensión definitiva de un amparo concedido por el juzgado federal, en el que se establecía el derecho de huelga y en el que ninguna de las personas que estaban participando, podrían ser detenidas, además de que acusaron de “secuestro” a los elementos de la Policía Municipal, pues aseguraron que éstos trajeron a los detenidos “paseando” por más de una hora y los mantuvieron incomunicados en las celdas de la corporación.
Aseguraron que la detención la hicieron los oficiales en la puerta trasera de la DAPAS y que se los llevaron a la fuerza, versión distinta a la de los oficiales de policía, quienes dijeron que la detención la efectuaron en la carretera al ingenio.
Alvarado Silva les dijo que apenas habían recibido el informe policial y que tendrían hasta 48 horas para determinar cómo se realizó la detención y los conminó a permitir que los acusados aportaran su testimonio, también les recordó que estaban en el derecho de manifestar cualquier irregularidad y de aportar las pruebas necesarias.
El secretario del Sindicato también pidió que se resuelva las denuncias que presentaron en contra de Antonio Guillén, a quien acusó de usar medidas desesperadas para reprimir a los trabajadores, y criticó que a 29 días de que inició la huelga, el presidente municipal, Adrián Esper Cárdenas no haya intervenido.
Las dos plantas del inmueble que ocupa la subprocuraduría estaban llenas de empleados del organismo operador del agua, “y si los hueveamos” (a los empleados de confianza) decía Ballesteros Corona, quien alentaba a la multitud a hacer una huelga de hambre, mientras criticaban a sus compañeros que no pertenecen al Sindicato y les gritaban “vendidos”, por querer las cosas fáciles y cobrar vales y otros beneficios.
