Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Su sincretismo y su historia, lo ha colocado como patrimonio cultural de la Nación, pero más allá de estos esfuerzos institucionales, la danza del Volador de Tamaletón ha sido tomado como “acto circense” y es necesario que las nuevas generaciones conozcan a fondo su significado y le den ese reconocimiento que merece y que incluso puede ser adoptado como una actividad productiva y comercial para la propia comunidad de Tancanhuitz, sin perder su esencia, aseguró la conferencista Claudia Rocha Valverde.
En el marco de la serie de conferencias brindadas por el Centro Cultural de la Huasteca Potosina, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Zona Huasteca, y el Colegio de San Luis, con temas como “Las comunidades indígenas y sus perspectivas de desarrollo”, y “Una historia del sol y el viento, la danza del Volador de Tamaletón, entre lo sagrado, lo prohibido y las declaratorias de patrimonio”, la conferencista Rocha Valverde destacó la importancia que como sociedad se le debe dar a esta tradición de los Voladores de Tamaletón.
“Entendemos que debe comercializarse, pero deben ser los voladores los que deben discutir y analizar esa situación, en el entendido que ellos tienen necesidades, pero como sociedad es tiempo de que se de ese reconocimiento real a la tradición a esta danza, que no sólo se vea como un espectáculo, pues es un acto espiritual que implica peligrosidad, disciplina y muchas cosas, es parte de la identidad de los huastecos y como tal debe tratarse”, señaló ante estudiantes de turismo sustentable.
