Patricia Ruiz
[Huasteca Hoy]
“Pensé que iban a ponerse más rudos los diputados”, “eso no fue una comparecencia”, “¿Por qué estaban todos los secretarios de gobierno?”, “no respondió a muchas de las preguntas”, “qué aburrido estuvo, hasta me quedé dormido”; fueron algunos de los comentarios recabados de los presentes durante la comparecencia del gobernador del Estado Juan Manuel Carreras López ante la LXII Legislatura local.
A las 10:00 horas inició la sesión solemne en el Legislativo, ante un Pleno lleno a su máxima capacidad, de acuerdo a versiones, personal del gobierno del Estado llegó desde antes de las 9:00 de la mañana para apartar los lugares y evitar que ingresaran algunos de los manifestantes que se habían anunciado.
La Porra del Gobernador
Se identificaron caras de trabajadores sindicalizados y de confianza del gobierno del Estado, quienes ocuparon muchas de las butacas disponibles, incluso se apersonaron en los pasillos donde se complicaba pasar; también había elementos de la Policía Estatal que vestían de civiles y se confundían entre los asistentes.
La duda de muchos fue ¿por qué acudieron los secretarios del gabinete completo, cuando era una comparecencia exclusiva del tema en seguridad? En primera fila se podían ver los rostros de los secretarios de Turismo, Desarrollo Económico, del Trabajo, de Obra Pública, de Educación, de Comunicaciones y Transportes, del Instituto Potosino de la Juventud, de Finanzas, entre otros.
Casi cuatro horas estuvieron los funcionarios estatales escuchando las respuestas del mandatario estatal a los cuestionamientos que hacían los diputados. Al inicio de la comparecencia, la presidenta de la Directiva, Sonia Mendoza Díaz, aclaró las reglas: 15 minutos de presentación inicial por parte del mandatario estatal, tres a cada diputado para pregunta y réplica y, cinco al gobernador en cada respuesta; aclaró la solicitud de que los aplausos fueran hasta el final.
Encuentro de dos mundos: “Tekmol” y “Chiquilín”
Rafael Aguilar Fuentes, “El Chiquilín”, ex trabajador en Soledad de Graciano Sánchez y activista, se encontraba del lado derecho del recinto legislativo, de pie, solo acompañado de pocas personas.
José Luis Romero Calzada, ex diputado local priista, quien protagonizó varios escándalos durante su función, se encontraba en el extremo izquierdo, donde se acercaban varias personas a saludarle. El primer grito lo pegó Aguilar Fuentes y fue abucheado: “Represores”, esto luego de que la presidenta de la directiva solicitara el orden en el Pleno, ya que había murmullos y un punto donde la gente se aglomeró.
“Ya dijo Sonia” gritó “Chiquilín”, seguido de un generalizado “shh” del público;
Aguilar Fuentes: -“Son represores”, público: “¡Ya!, shh”
Aguilar Fuentes: -“¿Qué pasa Mijis?”, público: “¡Ya cállate!”… y el Chiquilín guardó silencio.
Después se dio el encuentro, el diputado Emmanuel Ramos Hernández hizo su pregunta relacionada a la paz pública y mejora del tejido social, “en el PRD expresamos nuestra preocupación por que se pueda implementar una estrategia en la que se identifiquen y se reduzcan los factores de riesgo que motivan a las personas a cometer ilícitos, la pregunta es ¿qué estrategia tiene el gobierno para atacar las causas profundas de la delincuencia y no solo de sus efectos?”, cuestionó el diputado.
“¡Pero si tus patrones trajeron a los delincuentes!”, gritó Romero Calzada desde su lugar, al hacer referencia de que los índices delictivos incrementaron durante la administración gallardista en la capital.
“Cállese”, gritó “Chiquilín” desde su esquina.
“¿Qué te dejaron Chiquilín?”, preguntó Romero Calzada.
“Me quedé sin trabajo, cállese”, respondió Aguilar Fuentes.
Manifestaciones apagadas
Desde temprana hora se agruparon varias personas afuera del Poder Legislativo, quienes buscaban manifestar sus inconformidades en matería de seguridad pública, había mantas, cartulinas y pancartas. La primera en hacer visible su inconformidad, fue una mujer que levantó una carpeta donde se leía: “Tu omisión te hace cómplice de una violencia feminicida, #NiUnaMenos”. Esta carpeta a modo de cartulina duró menos de cinco minutos levantada.
