Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
La ropa étnica se ha puesto de moda y brinda la oportunidad para que muchas bordadoras indígenas puedan obtener un ingreso extra desde sus propios hogares.
Los diseños estilizados van más allá del simple quesquémil y ahora se usan en cinturones, vestidos de quince años y otros productos, pero se deben respetar los colores y dibujos Tének, considera la especialista en el bordado huasteco, Laura Aguirre Almazán.
Explicó que el bordado tének no solo es el punto de cruz, es una gran herencia de los antepasados y se deben de utilizar solo los cuatro colores por su significado: el rojo-fuego, naranja-el oriente, verde-la esperanza y el rosa fiushia-fertilidad.
Además, se deben respetar los dibujos como es la estrella universal, el árbol, las espigas y la flor del maíz como base de la alimentación del huasteco, así como los animales propios de la región.
“La ropa bordada está de moda, pero no se debe confundir, muchos están utilizando la puntada huasteca, pero no respetan lo que es verdaderamente el bordado huasteco. Muchos diseñadores pueden imponer modas, pueden aprovechar esta temporada para hacer sus ventas, pero no debemos permitir que nuestra cultura se pierda, debemos respetar la tradición”, advirtió.
Aguirre Almazán señaló que como parte de estas acciones de preservación, imparte clases en el Museo Regional Huasteco los días martes y jueves de 10:00 a 12:00 horas, para el público en general que desee aprender a elaborar esta artesanía.
