Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Felipe Escudero Martínez, de oficio bolero y con casi 60 años, es uno de los 12 mil 586 habitantes de Valles, que de acuerdo a las estadísticas del Instituto Estatal de Educación para los Adultos no terminaron la educación primaria y esto le ha impedido acceder a un trabajo bien remunerado, pues la labor de limpieza de zapatos que ha desempeñado en los últimos quince años de su vida, sólo le da para comer frijoles y tortilla.
“Yo estudié hasta cuarto año de primaria, aunque soy originario de Matlapa, desde niño nos venimos a vivir aquí a Valles, y mis padres me metieron a la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, pero no me gustó el estudio y sólo aguanté cuatro años, y me salí, desde niño me dediqué al comercio y me gustó ganarme mi dinerito honradamente, claro que me hubiera gustado hacer una carrera profesional y acceder a un mejor nivel de vida, pero no se pudo, aquí estoy en la boleada y gracias a Dios me da para comer, lo básico frijolitos y tortilla, pero honradamente”.
Escudero Martínez señaló que la mala fortuna de falta de estudios también siguió a sus hijas, pues a pesar de que quería hacer un esfuerzo para que ellas estudiaran, se casaron muy jóvenes y apenas terminaron la secundaria y hoy sólo se dedican a las labores del hogar.
“Me han invitado a que estudie por el IEEA pero ahora ya para qué, ya voy de salida, como decimos, para mi trabajo no necesito mucho, sólo saber leer, escribir y hacer cuentas, creo que si hubiera más oportunidades de empleo en Valles, la gente sí se animaría a estudiar más, pero lamentablemente vemos profesionistas metidos de taxistas o vendiendo tacos y entonces pensamos, para qué estudiar tanto si vamos a desempeñar cualquier oficio”. En Ciudad Valles, en rezago educativo se encuentran 36 mil 656 adultos.
, es decir el 26.9% de los adultos; de ellos 5 mil 248 no saben ni leer ni escribir, por lo tanto no pueden ni desempeñar un oficio, quienes tuvieron la oportunidad de iniciar la primaria y aunque no la concluyeron realizan labores como empleados generales, pero no acceden a servicios y apoyos como el IMSS, o Infonavit pues la mayoría trabaja en la informalidad.
