[EFE]
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró hoy el estado de emergencia en Carolina del Sur ante la devastación y las fuertes inundaciones causadas por la tormenta Florence, que se ha cobrado 18 vidas desde que tocó tierra en la costa sureste del país el pasado viernes.
La declaración de emergencia, que fue anunciada a primera hora del lunes por la Casa Blanca, autoriza al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (Fema) coordinar todos los esfuerzos de socorro en casos de desastre y destinar fondos federales para afrontar la tragedia.
La asistencia económica de la Administración, que se pondrá a disposición de diversas instituciones gubernamentales y civiles, servirá para implantar “medidas de protección de emergencia” en Carolina del Sur, que, junto con Carolina del Norte, están siendo los estados más afectados por el azote de la tormenta.
A pesar de que Florence se ha ido debilitando desde que la semana pasada comenzara a enfilar hacia suelo estadounidense como un huracán de categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson hasta su actual estatus de tormenta de categoría 1, las autoridades advierten de que aún representa “una situación increíblemente seria”.
En las últimas horas las autoridades confirmaron tres nuevas muertes, aumentando el saldo de víctimas mortales a 18.
El último de los cuerpos recuperados, según fuentes policiales, es el de Kaiden Lee-Welch, un bebé de apenas un año de edad que se encontraba en paradero desconocido desde el domingo, cuando el coche en el que viajaba con su madre fue arrastrado por la corriente.
Las autoridades detallaron que, aunque la madre fue capaz de liberarse del cinturón de seguridad y de hacer lo propio con el pequeño, la fuerza de la corriente impidió que pudiera sacarlo del vehículo a tiempo.
La oficina del alguacil del condado de Union (Carolina del Norte) corroboró que los equipos de búsqueda habían recuperado el cadáver del bebe.