Sábado 11 de Mayo de 2024

Tras 34 años, reciben los huesos de su hijo

(AP)

Huamanga, Perú.- Máximo Cueto y Gregoria Gastelú por fin podrán dejar de buscar.

La pareja peruana octogenaria recibió a fines de agosto los huesos de su hijo tras 34 años de búsqueda. El joven fue sacado a la fuerza y secuestrado de su dormitorio en 1984 por un grupo de militares en una región del sur de los Andes, que era la más violenta de Perú. La desaparición ocurrió durante el conflicto armado interno.

Los ancianos de 86 y 88 años, respectivamente, gastaron la mayor parte de su fortuna como importantes vendedores de ganado en la región Ayacucho para rastrear el paradero de Cesáreo, un universitario de 33 años, pero fue imposible hallarlo. “Fue como una obsesión”, manifestó Elder Chipana, el nieto de ambos y sobrino del hasta ahora desaparecido.

Como la pareja, un incontable número de personas que va envejeciendo busca a más de 20.300 peruanos identificados que tienen la condición de desaparecidos tras las dos décadas de violencia entre las fuerzas de seguridad y los ultraizquierdistas de Sendero Luminoso.

A inicios de agosto, por primera vez, los restos de otras 14 personas fueron entregados a sus seres queridos en virtud de una nueva ley que busca agilizar el largo y oneroso proceso para identificar a los muertos en el conflicto.