Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Sin pensar en los meses que lleva elaborar una prenda bordada, o todo el proceso de corte y secado de palma para fabricar cestería, los vallenses desde funcionarios y comerciantes, son los que más regatean una artesanía, contrario a los turistas, sobre todo extranjeros que adquieren los artículos para recordar su visita a esta ciudad, considerándolo un objeto preciado.
Basilia Martínez Hernández, artesana indígena de Valles, señaló que en esta temporada vacacional han tenido una muy buena venta, pues cada vez llegan más turistas a visitarlos a la casa de la cultura tének, buscando principalmente prendas con bordado tének, así como artículos de madera y palma.
“Los turistas no regatean el precio, saben apreciar cada artículo, nos preguntan mucho cómo lo elaboramos y qué utilizamos, contrario a la gente que viene de aquí de Valles, que siempre quieren pagar menos por lo que hacemos, aun sabiendo que cada pieza es única”.
Martínez Hernández señaló por último que una blusa puede tardar en elaborarse hasta tres meses, y venderse en 300 pesos.
