Domingo 12 de Mayo de 2024

El teatro antiguo, cuna de la educación contemporánea

Pedro Hernández

[Huasteca Hoy]

AXTLA. En antiguo Jalpilla aún permanece en pie el llamado antiguo teatro, ruinas que sobresalen entre la maleza y que de acuerdo a los lugareños, guarda el pasado cultural y educativo de la región Huasteca.

Ubicado a pocos kilómetros de la carretera México-Laredo, justo a unos pasos de la desviación Jalpilla-Aguacatitla –Axtla, el teatro antiguo actualmente está olvidado por todos los niveles de gobierno, desde ejidal, municipal, estatal y federal, ello a pesar de la vasta historia que guarda, principalmente para la educación contemporánea.

Quien nos acompaña en el recorrido para conocer el lugar es Ambrosio Baltazar Pérez, habitante de Jalpilla nuevo, maestro de educación indígena, ex comisariado ejidal y por ahora titular de Asuntos Indígenas en el Gobierno Municipal, quien se abre paso cuesta arriba entre una estrecha vereda que conecta a la carretera estatal a Axtla, a poco más de un cuarto de hora de camino de pronto entre la espesa vegetación y bajo unos gigantes árboles aparece el denominado teatro antiguo, monumento que tiene aproximadamente seis metros de largo por cuatro de ancho, que sobresale entre la maleza.

INGENIOSA IDEA PARA PROMOVER LA EDUCACIÓN

La construcción que tiene un promedio de cinco metros de altura tiene un toque colonial, sin embargo de acuerdo a lo que señala nuestro acompañante, la historia cuenta que la edificación no fue hecha a través de cemento, varilla u otros materiales modernos, sino que su construcción se basó en piedras y materiales naturales, como resinas elaboradas de árboles y otras plantas usados por los lugareños, mezcla que le dan un color gris claro.

Como cualquier teatro tiene un acceso lateral, un espacio de camerinos o vestidor y la parte frontal que está cubierto de maleza se esconde un patio de aproximadamente 20 metros cuadrados, cubierto del mismo material que fue usado para la construcción de la mencionada estructura, al fondo está plasmada una pintura de la diosa Coatlicue, la madre de Huitzilopóchtli , obra de arte que de igual forma fue hecha con materiales orgánicos, pero sin duda el paso del tiempo así como su exposición al sol, agua y aire la han desgastado notablemente.

“Se cuenta que fue en el año 1920, justo después de la revolución cuando llegó a antiguo Jalpilla un ferrocarrilero jubilado proveniente de Rayón porque su hija venía a dar clases, se sospecha que era idea de ellos promover la educación a través de un teatro, se dice que construyeron otros en el país pero en esas fechas debido a la gran cantidad que contaba esta localidad, más de 600 habitantes, la construcción del teatro tuvo mucho auge, mucho éxito, fue la novedad de aquellos tiempos”, dijo Baltazar Pérez.

TEATRO, CENTRO CULTURAL

Menciona que con la llegada a la Secretaría de Educación del literario José Vasconcelos, la educación se le dio un impulso como nunca antes, “el teatro fue donde los pequeños y grandes podían disfrutar tanto de sus raíces culturales como de lo novedoso que era la educación, porque todo lo didáctico se complementaba con el teatro y demás ramas culturales que había en la región, las danzas que tenían como símbolo y amuleto principal el matepoxtle, todos tenían su espacio y lugar en el teatro antiguo, lugar de esparcimiento también para las familias, provocó que gente de más de 15 años que no sabía leer o escribir fue obligado a ir a las aulas, todos querían estudiar también por iniciativa”.

Narra que los abuelos cuentan que la medicina tradicional de igual forma se exponía en el sitio y fue así también como la gente comenzó a conocer uno de los deportes más practicados en la región y el país, el basquetbol, “había espacio para casi todo que aquí surgió el primer equipo de básquetbol llamado ‘Águilas descalzas’ porque justamente jugaban descalzos, fueron tan conocidos que participaron en torneos estatales y nacionales, ellos habían nacido aquí, es por eso que ahora Jalpilla nuevo y sus alrededores sigue teniendo parte de ese basquetbol”.

LA DECADENCIA

Sin embargo el éxito que traía la construcción de un teatro en la región duró sólo algunos años y es que en 1922 antiguo Jalpilla arribó un misionero evangélico, Luis H. Soltero quien proveniente de Parral, Chihuahua promovió la enseñanza de la biblia, de pronto la educación tuvo otro impulso porque para entender los evangelios había que saber leer, lo que motivó a más personas a adentrarse en las letras pero vino a terminar con lo tradicional, la medicina tradicional se comenzó a satanizar de igual forma las danzas autóctonas, se cuenta que sus integrantes se vieron obligados a deshacerse del llamado matepoxtle, para enterrarlo en un espacio de dicho terreno, sucedió lo mismo con los instrumentos para realizar el carnaval.

Ante la llegada de dicha religión el uso del teatro fue casi desapareciendo y es que aunque continuaban expresándose formas de arte, la esencia cultural de los pueblos originarios ya no tenía cabida y es que el protestantismo luchaba por desaparecer los gestos culturales de los pueblos de la región hasta que en 1945 dejó de usarse.

INICIA EL ABANDONO DEL MONUMENTO EDUCATIVO

El profesor de educación indígena señala que tras el inicio también de la lucha agraria, posterior a 1945, llega a esta región la construcción de la carretera federal México Laredo, por lo que la gran mayoría de los habitantes del antiguo Jalpilla, por las facilidades de comunicación que traía dicha vía federal así como por las bondades del río Tancuilín, se trasladaron y fundaron el ejido nuevo Jalpilla, lo que motivo aún más el abandono del antiguo teatro, actualmente antiguo Jalpilla luce desolado, sólo cuatro familias permanecen en el lugar.

IGNORADO POR LAS INSTITUCIONES

El también titular de Asuntos Indígenas en este municipio comenta que a casi 100 años de la construcción del teatro en antiguo Jalpilla, actualmente ninguna autoridad se ha interesado en rescatar dicho espacio, que sin duda representa la cuna de la educación moderna y cultural de la región.

“Podríamos decir que es la cuna de la educación, fue un centro cultural en aquellos tiempos que debe rescatarse, darle mantenimiento y promover, en diferentes ocasiones he tenido la iniciativa de solicitar a las autoridades ya sea la Secretaría de Cultura, la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas u otros organismos que este lugar sea declarado patrimonio cultural ejidal o del estado por su importancia o aportación a la educación”, menciona.

“Hay personas que han causado daños gráficos a este monumento, entonces quisiéramos que por lo menos se circule, que se proteja y que estudiantes de la región conozcan la importancia que representa esta edificación porque muchos de nosotros aun siendo de este lugar no conocemos ni siquiera que existe”.

De las gestiones que ha iniciado el profesor Ambrosio Baltazar, lo único que se ha logrado es la instalación de la red eléctrica en antiguo Jalpilla, algunas lámparas instaladas en las cercanías del teatro intentan iluminar el casi desolado lugar.