Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Impunes y libres se encuentran los vendedores de loros huastecos y guacamayas, afirma la promotora del cuidado de la fauna local y empresaria, Ena Buenfil Zamudio.
Ayer, la empresaria que se ha dedicado al rescate de felinos en situaciones de abandono o de cautiverio erróneo, pudo conocer de primera mano, la manera cómo dos personas, muy jóvenes vendían nueve aves, entre las que se encontraban loros de cabeza amarilla, que están protegidos por las leyes ambientales para prevenir su extinción, intentaban comerciar con estos animales y no pasó nada.
Dos jóvenes, un muchacho que dijo ser de Tamasopo y que venía a vender junto con un pariente a Valles, cargaba consigo dos loros y su compañero otros siete y ambos les relataron que sabían dónde capturar las aves y cómo venderlas.
Mientras hacían el relato de sus cacerías y de las posteriores ventas, los operarios de la empresa de Ena Buenfil, llamaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y en la delegación que hay en Valles les dijeron que lo primero que se debía hacer era llamar a la Policía. Cuando así lo hicieron, los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado arribaron al lugar, pero ya en presencia de los uniformados, quien decía tener 16 años dijo tener 13 años y que él solía venir con su abuela, desde Aquismón, a vender verduras, pero que no sabía sobre la venta de las aves. Por la falta de flagrancia en el hecho de comerciar las aves, los policías no procedieron contra los dos menores de edad y las aves se quedaron en sus manos.
