Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Al conmemorarse ayer el Día de San Benito, y ser su medalla una de las más difundidas entre los cristianos debido al vínculo que tiene en la lucha contra el mal, y específicamente de gran ayuda durante los exorcismos, el párroco Humberto Juárez Villeda, recalcó que esta es sólo un artículo religioso, un medio para recordar a Dios e inspirar el deseo de servirle y por lo tanto no se le debe tener como algo “mágico”.
Al término de la misa de acción de gracias en memoria del santo, desarrollada en Catedral en punto de las 12:00 horas y en la que también se llevó a cabo la bendición de agua, el párroco señaló en entrevista que San Benito Abad fue un santo del siglo V, fundador de monasterios. “Él empezó a orar en el monte y muchos varones se inspiraron viéndolo. Al darse cuenta que era un hombre de mucha paz lo siguieron, por lo que él escribió reglas enfocadas a tener una disciplina para tener una vida de bien, las cuales se resumen dentro de la vida cristiana a orar y trabajar”, explicó el sacerdote.
“Fue y es un santo muy importante en Europa, unió países cuando se cayó el Imperio Romano, fundó conventos en Francia, Italia, Alemania e hizo que hubiera una red de comunicación de los países. Su aporte espiritual es que recomienda la contemplación de Dios en la vida diaria. Encontrar a Dios en la oración, en los acontecimientos, verlo en medio de los problemas y de todas las circunstancias.
