[ EFE ]
México. – Cerca de 1,4 millones de ciudadanos serán la pieza clave para blindar los comicios presidenciales de México del domingo, en un riguroso proceso de recuento de votos que dificultará el fraude, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).
El sistema por el que se contabilizarán los sufragios de las casillas (mesas electorales) “es el más robusto de todos los que se han utilizado en elecciones previas”, afirmó el presidente del INE, Lorenzo Córdova, al finalizar uno de los simulacros previos a la jornada.
Aproximadamente a las 23:00 horas de la noche del domingo (4:00 GMT del día siguiente) se podrán conocer los primeros datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Este sistema recupera los datos que los funcionarios de casilla plasman en las actas de cómputo y que posteriormente se reciben en los Centros de Acopio y Transmisión de Datos.
Pero los esfuerzos encaminados a garantizar que ese día no haya ninguna irregularidad empiezan mucho antes, con la actividad de aquellos ciudadanos elegidos para hacerse cargo de las 157.000 casillas que se instalarán a lo largo del país.
Antes de las 8:00 de la mañana, hora en la que empieza la votación, los funcionarios de casilla arman las urnas y el presidente enseña a todos los asistentes que están vacías.
Los funcionarios (el presidente de casilla, dos secretarios y tres escrutadores, además de los suplentes) son seleccionados en una primera criba por un sorteo que, en este caso, estableció que los elegibles eran aquellos nacidos en febrero y cuyo apellido iniciara por la letra “f”.
Tras esto, aquellos ciudadanos que cumplen los requisitos reciben una formación que consta de cuatro módulos teórico prácticos de dos horas cada uno para repasar meticulosamente la dinámica a seguir el 1 de julio, cuando se elegirán a 3.400 cargos federales.