Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
Ocurrió lo inimaginable en el minuto 35 del primer tiempo, la Selección de México revolucionó el mundial de Rusia, cuando en un contragolpe, Chicharito Hernández aguantó el balón hasta encontrar al espacio al Chuky Lozano, que recibió en la izquierda, fintó a Mesut Ozil y disparó a gol sin que el capitán de Alemania, Manuel Neuer, pudiera detener el balón, un golazo, que aceleró los corazones de los mexicanos que esperaban un milagro.
Este gol llevó al triunfo a los tricolores, algo histórico, México derrotó por primera vez a Alemania y en el Mundial de Rusia, que hace soñar a los mexicanos, y la fiesta no se hizo esperar, la Glorieta Hidalgo fue testigo de esa emoción de los vallenses, que en carros, motos y hasta corriendo llegaron a celebrar.
Las banderas de México se dejaron ondear, al grito de Viva México, “lo hicimos”, “Alemania probó el producto nacional”, “La zanganguilla” y otras porras no se dejaron esperar.
Niños, jóvenes, adultos mayores, hombres y mujeres mostraron su pasión por el Tri, emocionados corrieron por la redonda de Hidalgo, entre silbidos y tambores mostraron una alegría desbordante, mientras que los automóviles, camionetas y motos hacían lo propio sobre el boulevard y la misma glorieta, accionando el claxon, convirtiendo esa pasión en una gran fiesta, pues hasta los políticos, como la candidata a diputada local Delia Coronado, sin desaprovechar el momento, salió a mostrar su alegría por el “Chuky”.
“No creían en nosotros pero vamos por la Copa del Mundo”, expresaban los jóvenes; el costo de la gasolina quedó olvidado por unos momentos, pues desde las doce del mediodía que concluyó el encuentro, la Glorieta se vio abarrotada por automovilistas que daban continúas vueltas emocionados.
También se podían ver panistas, priistas simpatizantes de diferentes partidos integrados en una familia futbolera, dejando atrás el proceso político que se está viviendo, la Dirección de Seguridad Pública Municipal aguardaba a unos metros resguardando la fiesta futbolera, aunque en ningún momento fue necesaria su intervención, pues la fiesta de lo “insólito”, duró un par de horas y se disfrutó en tranquilidad.
